Denis Clemente no hace bulla ni la persigue. Su personalidad es pasiva y en cierto grado, fuera de cancha luce introvertido. Sin embargo, cuando se pone el uniforme amarillo de Arecibo se transforma en un guerrero sin tregua, en bujía contagiosa y difícil de para contener. Es como sí activara la batería del conejito de Energizer y a correr a se ha dicho.

Denis Clemente no hace bulla ni la persigue. Su personalidad es pasiva y en cierto grado, fuera de cancha luce introvertido. Sin embargo, cuando se pone el uniforme amarillo de Arecibo se transforma en un guerrero sin tregua, en bujía contagiosa y difícil de para contener. Es como sí activara la batería del conejito de Energizer y a correr a se ha dicho.
El armador de 31 años registra su mejor inicio desde que integró los Capitanes en 2015 tras su pase de Humacao por Rubén Cotto. Desde ese entonces, Clemente comprendió que su rol sería uno diferente ante la filosofía de una franquicia cuya filosofía estriba en ganar; en el bien del colectivo más allá de la actuación individual.
Y para un atleta con experiencia de colegial en Miami, de un Final 8 en la NCAA en Kansas State en 2010, preseleccionado en el Equipo Nacional, refuerzo en Grecia, Eslovaquia, Italia y México, no fue fácil asimilar el jugar menos tiempo de lo acostumbrado. No es un secreto que le costó trabajo el entender su faena.
En un grupo que además tiene a Guillermo Díaz, Walter Hodge y Alvin Cruz, todos con bagaje suficiente, se sobreentiende que serán menos los minutos en el tabloncillo para cualquier jugador. En Arecibo el manejo de roles, la rotación del personal según exige la marcha, más la visión de contender, tiene suprema importancia…
Clemente está aprovechando el torneo 2017 a la saciedad. Su marca como premier armador del BSN, lo que sin dudas es incuestionable. En 16 partidos promedia 113.0puntos, 33% en triples, 82% en tiros libres, cuarto en asistencias (5.2), más 12 cortes de balón.
Los números no reflejan su carácter, deseo y empuje, lo que no definen las estadísticas. En el momento del clutch, Denis toma el control. Un ejemplo de ello fue la reciente victoria de Arecibo frente a Aguada, 91-88, donde anotó 26 y fue la chispa inspiradora de los Capitanes, en un cotejo donde Arecibo estaba falto de profundidad.
“Cuando tu estás en una competencia, lo único que puedes hacer es confiar en ti y ayudar en lo que puedas para que tu equipo gane. No se trata de uno sino de ganar, de estar juntos y lograr la victoria”.
Las palabras de Clemente resumen su enfoque; vital para la unidad colectiva y el fin a alcanzar.
“En Arecibo nos hemos dedicado estar juntos, creer en nosotros, cada cuál aportar lo suyo y eso se refleja en la cancha. Hay que seguir trabajando porque vamos a caer en ritmo como equipo y las cosas serán distintas”, añadió.
No ha sido fácil para el Campeón. Sus estelares Renaldo Balkman y Walter Hodge están ausentes y Guillermo Díaz se lastimó, apenas en el segundo partido del año. Por tanto corresponde a Denis y compañía el asumir el comando y la suerte del equipo. Un 8-8 (.500) dado los intangibles es bueno para Arecibo; en medio de la pelea sin sus ‘caballos de guerra’.
“Hemos perdido algunos juegos, pero de las derrotas aprendemos, pero sin coger ese hábito de perder. Queda mucho torneo todavía, ir poco a poco. Sabemos que cuando todos los muchachos estén aquí las cosas serán mejores”.
¿Cuál es la mayor contribución de Clemente en los Capitanes? “Energía, querer el juego, dar lo mejor de mi. Estoy trabajando demasiado, haciendo lo que sea para que el equipo gane”, sentenció.
“Los últimos dos años no he tenido la oportunidad de enseñar mi talento. Yo entiendo que desde que llegué a Arecibo sabía lo que iba a pasar, pero nunca me quité. Seguí trabajando y cuando llegó la oportunidad, pues la estoy aprovechando. Hay cosas que uno no puede controlar, pero sé que cuando entro al partido doy el máximo, juego duro y trato de ganar”.
Clemente no tiene recelos en compartir en el futuro la posición con Hodge, Díaz y Cruz, como en los pasados dos años. Al final de cuentas, lo que vale es ganar otra sortija… “En Arecibo la prioridad es ganar. Es lo único que hay en mente y a me gusta esa mentalidad. Todos estamos en la misma página, pues sabemos hacia donde vamos”,
“Yo sé que cuando se una todo el mundo, como yo digo, el ‘Transformer’ (el equipo) se va a poner ready’, dijo. “A éste nivel no hay excusas, las excusas no sirven; hay que traer al juego ese querer ganar todos los días”.
Capitanes de Arecibo viaja hoy a San Germán y el domingo, a las 7:00 p.m., recibe a los Vaqueros de Bayamón, en el segundo duelo entre los finalistas de 2016.
Fuente:
Pachy Rodríguez/Prensa Capitanes
