Gregory Vargas utilizó varias veces la palabra agresividad para señalar los detalles que pueden llevar a Marinos de Anzoátegui a imponerse sobre Guaros de Lara en el segundo encuentro de una final de la temporada 2017 de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), en la que tiene sentimientos encontrados por enfrentarse a su hermano José.

Gregory Vargas utilizó varias veces la palabra agresividad para señalar los detalles que pueden llevar a Marinos de Anzoátegui a imponerse sobre Guaros de Lara en el segundo encuentro de una final de la temporada 2017 de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), en la que tiene sentimientos encontrados por enfrentarse a su hermano José.

“Hay que salir con agresividad desde el principio y jugar un buen baloncesto. Como lo he dicho en varias oportunidades, Guaros es un gran equipo y si tú le das el chance cometiendo errores la vas a pagar caro. Si ellos sacan la ventaja como lo hicieron ayer tienes que trabajar el doble”.

“Súper ratón” se enfocó en lo sucedido en los minutos finales del primer partido de la serie cuando hizo su análisis. “Estuvimos un poco desconcentrados en los últimos momentos, dejamos de jugar y perdimos la agresividad en defensa porque permitimos que varios jugadores metieran varias bandejas solos y cometimos otros errores en defensa, pero también hay que darle crédito porque ellos jugaron un buen baloncesto y con mucha intensidad en los últimos minutos”.

Para Vargas esas pifias en las coberturas defensivas para evitar que los larenses tomen tiros abiertos será fundamental para las aspiraciones navales de igualar la confrontación al mejor de siete encuentros.

“Se puede corregir porque somos cinco jugadores y hay rotaciones y como no funcionan correctamente dejamos jugadores solos, debemos funcionar  como un relojito suizo. Pagamos el precio de eso”.

También se tomó un tiempo para hablar de su enfrentamiento personal con Nate Robinson, que es el base importado del quinteto crepuscular. Una vez más la palabra agresividad.

“Ser más agresivo en los momentos finales porque me pegó el cansancio y él también lo estaba y no lo pude aprovechar. En el día de hoy debo administrarme mejor en los primeros minutos para llegar con energías a ese último cuarto porque es donde Nate Robinson saca la casta”.

Momento especial. Tras casi un año sin ver a su hermano mayor, Gregory tuvo que enfrentarlo por primera vez en una final de la LPB y ello le generó una mezcla de sentimientos.

“Un sentimiento encontrado. Después que fue cambiado a Marinos nunca pensé que podíamos jugar una final en contra. Ayer cuando estaba en la cancha me sentí un poquito incomodo porque tenía casi un año que no lo veía tener que jugar con él en una final. Él también está pasando por lo mismo que yo. Independientemente de lo que pase yo voy a estar feliz por él y él también lo hará por mí”.

Vargas cerró de la siguiente manera: “hoy es otro día y tenemos que salir enfocados desde el primer momento para quedarnos con la victoria”.

Fuente:
Prensa Marinos de Anzoátegui