El jugador con pasado reciente en Ameghino de Villa María, en la Liga Argentina, se convirtió en refuerzo de Atenas de Córdoba para la próxima temporada.
El jugador con pasado reciente en Ameghino de Villa María, en la Liga Argentina, se convirtió en refuerzo de Atenas de Córdoba para la próxima temporada.
Con el desafío de tener un perímetro completo y con variantes, dirigentes y cuerpo técnico de Atenas siguiendo en busca de nombres que se sumen a las ya contrataciones de Lucas Machuca, Tomás Rossi y Gastón Córdoba y el apuntado fue Matías Martínez, con pasado en Ameghino de Villa María.
El alero santiagueño, que ya había dejado muy buena impresión en General Bustos en el torneo solidario que sirvió como preparación de la temporada pasada, como así también a lo largo de la Liga Argentina, es un jugador de 25 años, 1.95 metros de talla y atlético que colabora en los dos costados de la cancha.
En su última temporada, vistiendo la camiseta del elenco de Villa María, terminó con promedios de 15.0 puntos (segundo máximo anotador del equipo), 4.9 rebotes (tercero), 1.9 asistencias, 15.7 de valoración (segundo) y 28.2 minutos en los 29 partidos disputados.

Para la próxima temporada de Liga Nacional, Atenas encara la recta final de la confección de su plantel. Y en ese contexto, Matías Martínez fue la última confirmación que realizó el Griego, la quinta. Un jugador? O mejor dicho, una persona distinta. Para confirmarlo sólo basta con buscarlo por redes sociales o bien poder llegar a él. ¿Por qué? Él sólo da la respuesta.
«No vi nada todavía, ya le voy a pedir prestado el celu a un amigo», fue lo primero que dijo. Y claramente llamó la atención. A lo que continuó: «No uso redes. Estoy tranquilo sin pavear todo el día con los celulares. Nadie me jode, ya estoy casado (risas)? La verdad es que te consume mucho tiempo estar pendiente de notificaciones, noticias y esas cosas. Con mi señora adoptamos otra conducta y decidimos no estar conectados a ese mundo. Es una vida mucho más tranquila».
Luego de eso, y dejando atrás la sorpresiva «confesión» por los tiempos que corren, y desde la tranquilidad de su estadía en Ceres, el alero se volcó a la parte deportiva e hizo una presentación de su perfil, al decir: «Soy un jugador atrevido, que no respeta a nadie dentro del parquet. Puedo defender y atacar, dependiendo lo que el entrenador necesite de mí en los diferentes momentos. Soy atlético, con buen salto, rápido y respetable tiro de tres puntos, dependiendo la noche (risas)».
Su llegada a Atenas se produce luego de un largo recorrido por clubes y divisiones. Comenzó a jugar en Instituto Tráfico (Metán, Salta) a los 14 años, por la competitividad que tenían con su hermano. «Empecé por él. Siempre competíamos. No le gusta perder a nada», comentó.
Posteriormente hizo pie en Monte Quemado, donde jugó y se formó en Nicolás Avellaneda. Pasando luego por Independiente, equipo en el que tuvo su primera participación en el llamado anteriormente Torneo Nacional de Ascenso (TNA), hoy Liga Argentina. Siguió por Mitre de Tucumán, Central Ceres (lugar en el que afirma se le «soltaron las riendas» y die el salto de calidad en el plano deportivo) y Ameghino de Villa María.
Después de ese trayecto deportivo, ¿Qué significa llegar a Atenas? Una responsabilidad muy grande. No es fácil estar aquí para jugar la Liga. Es un club de renombre y con mucha historia, en el que hay que tratar de hacer lo mejor sin olvidarse donde uno está.
¿Son diferentes sensaciones? Es un mundo de sensaciones (risas). Llegar a Atenas, a la Liga? Es muy interesante todo y me motiva mucho a seguir y crecer. Va a marcar un camino en mi carrera, por eso es que voy a brindar todo para dejar al club lo más alto posible.
¿Y qué te convenció para venir a Córdoba? Es Atenas, un salto de calidad. En realidad son un cúmulo de cosas las que me convencieron. Es la mejor posibilidad que tengo para dar mi cien por ciento y que comiencen a conocerme en la Liga, que es un torneo muy fuerte compuesto con los mejores jugadores del país.
¿Qué proyectas de aquí en adelante? No voy con un objetivo personal. No voy pensando en que voy a ser goleador del equipo o alguna de esas cosas. Estoy pensando y enfocado, como todos, en el trabajo que tenemos que hacer. Habrá un equipo largo con muchos chicos que recién subimos a esta categoría, cargados de ganas y energías. Progresivamente iremos sumando experiencia, y eso sin dudas va a ser algo bueno para el club.
Texto y Foto: Prensa Atenas
