🇵🇷 CAPITANES DE ARECIBO Y EL FACTOR JUAN CARDONA

Sin siquiera dirigir un partido, el factor Juan Cardona se ha hecho sentir en la racha de tres victorias de Arecibo. Impedido de laborar en el torneo como jefe entrenador ante la sanción impuesta por el BSN -la que vence después del juego de hoy en San Germán- verle conducir las prácticas es un ejercicio contagioso de denuedo y pasión.

Sin siquiera dirigir un partido, el factor Juan Cardona se ha hecho sentir en la racha de tres victorias de Arecibo. Impedido de laborar en el torneo como jefe entrenador ante la sanción impuesta por el BSN -la que vence después del juego de hoy en San Germán- verle conducir las prácticas es un ejercicio contagioso de denuedo y pasión.

Con pito en boca y gesticulando con singular energía, Cardona parece haber despertado a un colectivo -para muchos- abocado al fracaso; una temporada de pérdida, decían algunos durante los altibajos del equipo, pese al récord de 16-12 que le acompaña.

Pero, desde su controversial ingreso y eventual novela en los medios y plataformas digitales, se respira un aire distinto sobre el tabloncillo y entre los jugadores: como que se hizo un clic al botón del deseo, la vitalidad y la supervivencia. Hay apetencia para la defensa, movimiento continuo del balón, tiempo en cancha para los suplentes y entrega total por 40 minutos. Es lo más parecido al “Todos para uno y uno para todos” en versión adaptada al básquetbol de la novela de Alejandro Dumas.

Y sí bien Cardona no está en la línea de comando, el plan diseñado por éste se ha ejecutado a bien por el interinato de Pedro González y Eddie Ortiz. De ilustración los 70 puntos permitidos a Fajardo, el 80.6 de promedio defensivo en los últimos tres partidos y los 175 pases de balón frente a los Cariduros.

Ayer, concluido el entrenamiento, Cardona expresó en una larga charla lo que ha visto de unos Capitanes que lucen haber comprado la idea de extenuarse en cancha con el fin de ganar un campeonato.

“Este es un equipo que está  buscando la identidad de cómo vamos a jugar en el lado defensivo, pues no he tocado mucho ofensivamente. He visto las lagunas defensivas que son mi especialidad, la regla donde cada cuál sepa lo que tiene que hacer para que el sistema pueda operar. Los cuerpos se ven bien, hay dos o tres lesionados, pero es parte del oficio, y veo a todo el mundo tratando de halar para el mismo lado”, dijo

-¿Cuántas prácticas has dado, aunque no puedas ejercer todavía como Coach en propiedad?

“Tres o cuatro nada más. Son prácticas largas e intensas de dos horas o un poquito más. Hoy fue más corta porque tenemos juego contra San Germán y el viaje es largo. Fuimos concisos sobre lo que queremos como equipo en un sitio donde sabemos que no es fácil ganar”.

-Muchas cosas han pasado desde tu anuncio para dirigir los Capitanes y muchos de sus jugadores los conoces de categorías menores o colegio. ¿Cuál fue tu impresión al entrar al camerino con ese núcleo en una franquicia exigente como Arecibo?

“Todos saben que mi primer atleta becado fue Walter Hodge; Denis Clemente estuvo conmigo, Raymond Cintrón lo tuve desde quinto grado, Jonathan Rodríguez estuvo en Carmen Sol, David Huertas siempre jugó contra mí. O sea, son jugadores que nos conocemos y nos tenemos mucho respeto. Fue una oportunidad que se me presentó para estar en este equipo. Yo estaba en Misisipí cuando me llamaron y la acepté con mucha humildad”.

-Pero, como fue ese encuentro, cuando ves el grupo, el complemento…

“Me trajo muchos recuerdos, nostalgia, alegría, muchas emociones. Recordé a David Rosario, uno de mis mentores cuando estuve aquí en los años de gloria de los Capitanes: Pachy Cruz, Larry Ayuso, David Cortés, Jeff Aubry. Estar allí de vuelta en ese camerino con tantas memorias y anécdotas fue algo bien importante para mi carrera y las llevo siempre conmigo. Fue una bonita sensación el regresar y verme allí como coach”.

Cardona fue asistente de Rosario en el cetro de 2011 y el subcampeonato de 2012, así que conoce bien de qué se trata y exige el cargo de jefe técnico en Arecibo.

-He visto un Capitanes con muchos toques de balón, un extra en la defensa, una amplia rotación, un conjunto distinto en cancha. ¿Cuál es el enfoque, tu filosofía, con lo que tienes en tus manos?

“Dos cosas. Entiendo que por ser un equipo de un talento individual bien alto, de la única forma que esto va a funcionar es sí cada cual está decidido a dar la bola a su compañero a tiempo; dejar los egos. Nosotros llevamos la cantidad de pases por juego y eso persigue que todos puedan tocar el balón y sentirse parte del equipo”

“Sabemos que a la hora de la verdad, la bola va a estar en ciertas manos: Walter, Paris Bass, Huertas o Liz, pero no podemos jugar el juego como el fin. Hay un plan de inicio, el medio y el final y hay que jugarlo tal cual. Todos están comprando la idea de defender y esa misma adrenalina nos transporta al lado ofensivo y necesitamos del grupo, no de ti. O sea, no pienses que tú eres tan grande que nos vas a hacer ganar. Se trata de Nosotros, del equipo, y ellos están entendiendo el sistema, que es complejo porque no están acostumbrados a eso. Pero, estoy contento, pues están tratando de entender la idea y hacia dónde nos dirigimos”.

-Por otro lado, veo se ha utilizado el banco, a los emergentes, con mayor frecuencia. ¿Cuál es el propósito?

“Sí uno está tratando de hacer algo de significado, necesitamos todas las partes. Este grupo se necesita el uno por el otro. El baloncesto es un juego de energía, de nivel diez, y todos los que están aquí son importantes. Firmaron un contrato para dar lo mejor de su talento cuando se le llame a juego y estar listos para contribuir”.

-Todavía queda torneo, juegos importantes en San Germán, contra Quebradillas y Bayamón como local, dos en Manatí. Sin embargo, el equipo está adquiriendo el momento en la recta final. Demás está decir que en su mayoría son jugadores experimentados con etiqueta de ganadores, que saben su rol y de altas expectativas…

“Yo pienso que algunos creen que los Capitanes están descartados; esa es la impresión de mucha gente. Tú nunca subestimas el corazón ni el orgullo de un campeón. Son chamacos que han venido de abajo, que nadie le ha regalado nada. Y cuando tú hieres ese sentimiento, vas a tener una respuesta donde te tienes que amarrar los tenis, tendrás que pelear, pues ellos no te la van a regalar. El equipo está cogiendo vuelo, pero te repito, no es cosa de uno o dos, tienen que estar todas las partes envueltas”

“Como le digo a ellos, los tres gares que ganaron el último campeonato están aquí: Hodge, Huertas y Víctor Liz. El rompecabezas está metido ahí. Es cuestión que vuelvan a quererse para pelear lo que el torneo te presente”.

-Finalmente, tras la suspensión impuesta por el BSN y lo acontecido. ¿qué ha aprendido Juan Cardona de ese proceso?

“Pienso que cada cual tiene que hacer lo que tiene que hacer por la familia. Mi trayectoria no ha sido una fácil y yo no sé hacer daño. Tuve un mentor en Miguel Mercado que me enseñó a mirar las cosas y saber cuándo sí y cuando no. Obviamente, es una situación que me hace crecer”.

“Fue lamentable, fui de frente; yo no sé hablar a las espaldas. Muchas cosas que se hablaron no se dijeron. En la vida debes tener una combinación de ser honesto y un poco de calle. Esto no es para herir ni hacerle daño a nadie. Yo hablé de frente y hubo testigos. Son personas excelentes, gente buena y de mucho respeto. Yo vine aquí con Ponce y tienes toda la razón, pero me volví a Misisipí a reclutar talento para la universidad (Southern Mississipi), me llamaron y estoy ahora con los Capitanes”.

-Una reflexión final mientras esperas el visto bueno para dirigir este jueves…

“Nada, súper contento. Tengo la familia aquí junto conmigo, mis padres viniendo a los juegos aún con sus problemas de salud. Me siento en casa y espero estar aquí por los años que Papa Dios diga”, concluyó Cardona.

Texto: Pachy Rodríguez / Prensa Capitanes de Arecibo
Fotos: @sanderrust / Prensa Capitanes de Arecibo

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