El base cubano vive desde hace varios meses en México a donde llegó tras terminar su compromiso en El Salvador y decidir no regresa a su país. El habanero habló para Cubalite y explicó cómo está transitando en esta nueva experiencia y cómo se gana la vida dentro y fuera del baloncesto. En Cancha Latina te traemos sus frases más destacadas.

El base cubano vive desde hace varios meses en México a donde llegó tras terminar su compromiso en El Salvador y decidir no regresa a su país. El habanero habló para Cubalite y explicó cómo está transitando en esta nueva experiencia y cómo se gana la vida dentro y fuera del baloncesto. En Cancha Latina te traemos sus frases más destacadas.
Su decisión de ir a México: «En El Salvador estuve de contrato durante tres meses y al terminar me tocaba regresar a Cuba. No fue nada fácil tomar la decisión de no volver, porque sabía que eso implicaba dejar atrás a mi familia y empezar de cero en un sitio desconocido para mí. No fue nada planificado. Al momento de decidir, le hablé a mi madre sobre mi idea, ella me dio su bendición y me dijo que apoyaría cualquier plan mío. Solo me pidió que me cuidara e hiciera las cosas bien. Todo lo hice para ayudar a mi hija y garantizarles un mejor futuro a ella y a mi familia»
El papel de las autoridades del baloncesto cubano: «Después de irme he continuado conversando cordialmente con la profesora Dalia Henry. Desde allá me reclaman que abandoné el contrato y, además, hemos tenido diferencias en ciertas decisiones que ellos han querido tomar, con las cuales no estoy de acuerdo»
Una posible sanción: «Cubadeportes me quiere poner una sanción migratoria, que implica un tiempo de ocho años sin poder entrar a mi país, pero en mi contrato no aparece nada que diga que ellos tienen potestad para sancionarme de esa forma. Si yo hubiera abandonado una delegación o un equipo durante un evento internacional, al cual asistí con el documento oficial que me facilitó el Inder, podrían aplicarme sanción deportiva, pero nunca una migratoria»
Su vida en México: «Llegué aquí en noviembre pasado y debo admitir que esas primeras semanas de adaptación fueron duras. Empecé a trabajar descargando camiones en una pescadería que abastecía a otras de la zona. Ahí estuve tres semanas y más adelante un amigo me propuso irme como personal de seguridad para una discoteca. En ese nuevo trabajo no me fue mal, pero no me sentía tan bien porque ahí iba mucha gente del mundo de la droga. Jugando basket un día, otro amigo me preguntó si me gustaría desempeñarme como entrenador o árbitro, y eso me convino más. Actualmente a eso me dedico: entreno niños, arbitro en partidos y también doy conferencias para ayudar a los pequeños a entender mejor este deporte»
Jugar en el baloncesto mexicano: «Estuve en conversaciones con el club Ángeles de Ciudad de México, el cual forma parte de la CIBACOPA y mantengo comunicación frecuente con ellos. Mientras tanto sigo entrenando, no igual que como lo hacía en Cuba, pero voy haciendo lo mío en algunos torneos independientes. También tengo alumnos a los que doy clases personalizadas y ahí voy buscando desarrollarme»
Llegar a Estados Unidos como objetivo: «A México llegué con el plan de cruzar hacia Estados Unidos y, a pesar de que aún no he logrado ese objetivo, en este país me han recibido de la mejor manera. Sin embargo, aquí he aprendido a trabajar en cosas diferentes, a buscarme lo mío y a ganarme la vida como un trabajador más. La vida hay que vivirla un paso a la vez y estoy tomando este tiempo como una fase de preparación que me ha enseñado muchas lecciones»
La victoria de Cuba ante Estados Unidos: «Fue algo extraordinario de los muchachos y del colectivo técnico nuevo, que también tiene mucho mérito. Insertar a otros jugadores de ligas extranjeras también fue muy positivo.
