Una canasta tras reverso de Ike Iroegbu a tres segundos del final desató la locura en la Fontajau tras sellar la victoria de los locales por 81-80 ante un equipo azulgrana que pone en peligro su presencia en la Copa del Rey.
Una canasta tras reverso de Ike Iroegbu a tres segundos del final desató la locura en la Fontajau tras sellar la victoria de los locales por 81-80 ante un equipo azulgrana que pone en peligro su presencia en la Copa del Rey.
El acierto inicial en los triples con 6/8 en el primer cuarto permitió a los locales tomar la delantera en el arranque del partido. La mejora ofensiva de los azulgranas en el segundo cuarto no era correspondida con una defensa que permitía a Girona irse con distancia de doble dígito y cerrar el primer tiempo 51-44 arriba.
La reacción visitante tras el descanso llegó de la mano de un solitario Justin Anderson, que puso a su equipo por primera vez por delante cuando el partido transitaba la mitad del tercer cuarto y llegó a estar 64-71 y 65-75 en el inicio del parcial definitivo. El factor Iroegbu lideró la remontada y con la canasta final puso la segunda victoria consecutiva de su equipo.

Esta victoria no permite a los ahora dirigidos por Moncho Fernández moverse del puesto de colista, pero muestran reacción con su nuevo entrenador tras seis derrotas al hilo. Los 25 puntos de Justin Anderson o los 15 de Kevin Punter fueron insuficientes para el equipo de Joan Peñarroya, que sumó la novena derrota en sus últimos catorce partidos.
Además de los 25 de Iroegbu, los tres argentinos en la convocatoria anotaron en doble dígito para los locales. Tras su gran juego ante Lleida y su MVP Cancha Latina, Máximo Fjellerup terminó con 13 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 2/2 en triples y estira su momento más dulce desde que llegó a la Liga Endesa. Por su parte, Juan Fernández sumó 11 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias y 1 tapón y Juani Marcos totalizó 10 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias, 2 robos, 1 tapón y 2/4 en triples.
Foto: ACB Photo
