Noel Makence, quien es asistente técnico de Rosario en el equipo nacional y Real Estelí, pero además, como jugador activo fue uno de los mayores referentes de Nicaragua, ha sido testigo principal de lo que ha venido sucediendo.

Hasta hace unos cinco años Nicaragua no aparecía entre los primeros 100 equipos del Ranking Mundial Masculino de FIBA, pero desde que el puertorriqueño David Rosario fue designado entrenador principal de la selección nacional en 2021, el equipo ha venido escalando paulatinamente y en la actualidad ocupa el lugar 79.

Ha sido un crecimiento considerable para una nación que tradicionalmente no ha tenido una cultura tan arraigada en el baloncesto, pero que ha venido trabajando para cambiar esa situación.

«Tuve la oportunidad de seguir los procesos anteriores y la evolución ha sido muy significativa. Creo que estamos viviendo la mejor versión del baloncesto nicaragüense. Yo jugué desde el año 1995 a 2019 y desde más o menos 2018 o 2019 nuestro básquet venía mostrando otra cara, pero con la llegada del profesor Rosario hemos visto un gran cambio. Su ayuda y conocimiento ha sido fundamental, porque su trabajo ha sido en todas las categorías, desde las formativas e incluso en el femenino. Ha estado haciendo seguimiento, asesorando y acompañando a los entrenadores. Para mí ha sido un proceso especial, tanto así que en 2018 estábamos en la posición 116 del Ranking Mundial y ahora estamos más arriba del puesto 80», aseguró el ex miembro del equipo nacional como jugador.

Makence, contó, según su experiencia, que el público de su país es gran amante de este deporte y que sí se mantiene la línea de trabajo actual, en el futuro seguirán surgiendo buenos jugadores. “Cuando inauguraron el Polideportivo Alexis Argüello, en 2017, en los Juegos Centroamericanos, tuve la oportunidad de jugar por primera vez un torneo en mi país. Me acuerdo y no tengo palabras, se me eriza la piel al recordar la emoción que sentí. El gimnasio tiene capacidad para 8000 personas y esa vez había casi 1100. Estoy seguro de que todos los partidos de la selección nacional se van a jugar a casa llena. Es primera vez en la historia del baloncesto nicaragüense que se albergará un torneo de esta magnitud. Para nosotros será un gran orgullo. Sé que los fanáticos lo van a disfrutar y los más jóvenes se van a entusiasmar”.

Más allá de los resultados que pueda tener el equipo nacional de Nicaragua en el torneo, se espera que la experiencia de tener el AmeriCup en casa sirva para seguir impulsando la disciplina y que cada vez más jóvenes quieran seguir practicando el baloncesto.

Texto y Foto: FIBA