El país que albergará y hará su debut en el torneo continental, ha venido evolucionando con un trabajo sostenido, liderado por el entrenador puertorriqueño David Rosario.

Hasta hace unos cinco años Nicaragua no aparecía entre los primeros 100 equipos del Ranking Mundial Masculino de FIBA, pero desde que el puertorriqueño David Rosario fue designado entrenador principal de la selección nacional en 2021, el equipo ha venido escalando paulatinamente y en la actualidad ocupa el lugar 79.
Ha sido un crecimiento considerable para una nación que tradicionalmente no ha tenido una cultura tan arraigada en el baloncesto, pero que ha venido trabajando para cambiar esa situación.
A nivel de clubes, de la mano del propio Rosario, hemos visto como Real Estelí ha dejado el nombre del país en alto, participando en todas las ediciones de la BCL Americas. De hecho, en 2021 disputó la Final y terminó en segundo lugar tras ceder ante el poderoso Flamengo. Mientras que en selecciones nacionales han estado compitiendo de manera constante en los diferentes eventos y categorías en Centroamérica y eso les ha permitido detectar varios talentos.
“Nosotros comenzamos a trabajar esto como un proyecto de país y empezamos de menos a más. En los inicios, el país venía de cinco años sin jugar a nivel internacional en ninguna categoría y eso atrasó al básquet. Pero empezamos a trabajar, a buscar jugadores, a captar talento y a proyectarnos”, comentó Rosario.
Ahora mismo Nicaragua cuenta con alrededor de 10 atletas que juegan en el baloncesto colegial de Estados Unidos, principalmente en el área de Florida. Los prospectos Norchad Omier y Kaleb Bernard encabezan la camada y están llamados a liderar el equipo nacional muy pronto.
Con ellos en el plantel y otros jugadores que han crecido en la liga local, como el veterano capitán Francisco Garth, Josmel Martínez, Andy Pérez, Jensen Campbell, Ponce Ferguson, además de la incorporación del nacionalizado Jared Ruiz, el quinteto centroamericano ha elevado su nivel al punto que en 2023 venció a equipos con mayor rodaje como Cuba e Islas Vírgenes y por primera vez en su historia logró el pase Clasificatorios al AmeriCup para codearse con el primer nivel del continente.
Con su lugar asegurado en los Clasificatorios, el país optó para ser la sede del FIBA AmeriCup 2025 y obtuvo la designación. Albergar el torneo continental significa el mayor reto y el punto cumbre del baloncesto nicaragüense.
“Hemos realizado un arduo trabajo para estar aquí. Todas las personas que manejan el baloncesto en Nicaragua, la federación, la parte administrativa del club Real Estelí, y mi persona, nos hemos dado a la tarea de hacerle frente a un proyecto que parecía complicado”, dijo el coach Rosario.
“Cuando ellos decidieron contratarnos por un período de tiempo prolongado, empezamos a crear academias, a trabajar con los entrenadores y a competir, que era algo bien importante. Se dieron buenos resultados a nivel de Centroamérica. La experiencia en la BCL Americas con el Real Estelí también dio un gran impulso y enfrentarnos en los Clasificatorios al AmeriCup contra potencias mundialistas como Canadá, República Dominicana y México, ha sido un aprendizaje enorme. Hemos observado un progreso tremendo de los chicos, han mostrado un buen nivel, quizás no como jugadores que han asistido a Juegos Olímpicos y Copas del Mundo, pero ha habido un progreso notable que nos ha permitido mejorar la selección nacional”, agregó.
Más allá de los resultados que pueda tener el equipo nacional de Nicaragua en el torneo, se espera que la experiencia de tener el AmeriCup en casa sirva para seguir impulsando la disciplina y que cada vez más jóvenes quieran seguir practicando el baloncesto.
Texto y Fotos: FIBA
