No todos los entrenadores españoles que salen al extranjero van a Latinoamérica y en esta ocasión Cancha Latina se va hasta las islas Azores para hablar con el bilbaíno Adrián Yañez, entrenador del Angrabasket, de la segunda división masculina. Éste fue el resultado de la charla.

No todos los entrenadores españoles que salen al extranjero van a Latinoamérica y en esta ocasión Cancha Latina se va hasta las islas Azores para hablar con el bilbaíno Adrián Yañez, entrenador del Angrabasket, de la segunda división masculina. Éste fue el resultado de la charla.

¿Por qué Portugal? «Tras la experiencia que tuve en liga femenina hace dos años, es un país que tratan muy bien a la gente de fuera y un país con muchas cosas de las que aprender y es un buen lugar para crecer. Los clubes tantos masculinos como femeninos miran mucho por la gente joven y cuando surgió la oportunidad de volver, no tardé mucho en aceptar la propuesta»

¿Cómo es Angrabasket? «Angrabasket es un club de pueblo, por decirlo de una manera. Tuvieron la oportunidad de tener un equipo en Proliga, aceptaron la oferta que desde la federación les llega y es ahí cuando han empezado a mirar la base y la cantera, porque si los jugadores jóvenes que salen de la cantera quieren ir a estudiar a Lisboa o a Oporto, el club se les quedaba un poquito pequeño. Aunque eso es un problema que suelen tener todos los clubes de islas»

«Angrabasket tiene 7-8 equipos, donde el equipo de Proliga es la referencia y la comunión entre todos los equipos es extensa. Llevo también las funciones de dirección deportiva entre los sub14, sub16, sub18 y el equipo senior, que es el de Proliga, y el ambiente que se crea en el pabellón es magnífico. Desde las 4 hasta las 9, que entrenamos con el senior, pasan un montón de equipos por el pabellón y es un auténtica gozada. Además ver cómo la gente de aquí está ilusionada con el proyecto, te da ánimos y te para por la calle. En las islas Azores se vive baloncesto por los cuatro costados, con el equipo de primera división y los dos de Proliga como Angrabasket y Terceira, más el equipo de liga femenina. Son cuatro equipos en una isla de 50.000 habitantes»

En ocasiones anteriores hablando con Richi González desde Bolivia o José Luis Dámaso desde Nicaragua, me sorprende la gran afición que hay al baloncesto en sitios que a priori no te esperas.

«Una de las cosas que me ha sorprendido una vez que te amoldas a la vida de la isla es la repercusión de los hechos. Estamos hablando de una segunda división masculina, donde todos los medios de comunicación de la primera liga van para Oporto, para Benfica, clubes con estructuras fuertes, y aquí tenemos información del club en los medios todos los días. Aquí vemos mucha gente en los pabellones, cosa que no se vive en todos los lugares de España si sales de equipos ACB»

«Es cierto que la gente por desconocimiento cree que hay sitios donde no puede haber baloncesto y nos llevamos una grata sorpresa cuando nos encontramos gente que quiere y que además puede, porque en este caso están por el equipo y porque la base haga baloncesto»

«La dificultad que podemos encontrar nosotros es que, por ejemplo, sólo hay cuatro equipos cadetes masculinos en la isla. La dificultad de poder competir hace que sacar jugadores portugueses sea más complicado, pero no es menos cierto que cuando los jugadores salen fuera, son jugadores que están bien físicamente y que son interesantes de cara al mercado»

¿Cuál es el objetivo de Angrabasket para esta temporada? «Cuando surgió la oportunidad, queríamos hacer algo a medio-largo plazo. Es cierto que los resultados en Proliga manden, pero uno de los objetivos más claros es enganchar a la gente a esto, crear una base para que la gente se acerque al pabellón en el fin de semana. Luego con los equipos de base, el objetivo era disfrutar con lo que hacemos y que miremos el número de jugadores de este año y luego miremos el año que viene y hayamos crecido»

«Mirar más arriba de eso, es complicado para nosotros por temas de presupuesto. La Proliga se divide en Zona Norte y Zona Sur y este año la Zona Sur está bastante más fuerte con equipos filiales y el otro equipo de la liga, que son equipos por encima del nuestro. Con la ilusión que todos tenemos, intentar ir partido a partido, que está tan de moda ahora»

No eres el único español en Portugal, Felix Alonso estuvo hasta el año pasado allí y Moncho López fue campeón de liga la pasada temporada. ¿Habéis compartido momentos allí?

«Sí, Felix creo que está ahora en Malmoe y Moncho es una eminencia. El trabajo que está haciendo Moncho en Porto es algo reseñable, es un ídolo de masas y es un estrella. Hasta hace tres años que estuve con él, no había tenido trato con él. Cuando le conoces en persona, si como entrenador es un genio, como persona está a otro nivel. La cercanía y la humildad con la que te habla, los entrenadores tenemos que aprender mucho de él»

Salir de España para cualquier profesional, no solo de baloncesto, es un reto profesional y personal y es un reto al que el entrenador español se está acostumbrando cada vez más

«En España está complicado y más si eres joven. En los cursos nacionales está todo lleno de entrenadores jóvenes, pero las divisiones nacionales y la EBA están siempre los mismos nombres. Ese cambio generacional que no se ha dado es complicado, porque hay pocos banquillos y además los directivos no confían en gente joven y los nombres conocidos atraen más»

«Aunque la primera vez que estuve en Portugal las comunicaciones eran más directas, ahora que estoy en mitad del océano, las comunicaciones son más complicadas. La vida es una experiencia, yo tengo 28 años y quien sabe dónde estaremos mañana. La vida es una experiencia y éstas han de ser vividas. Yo siempre digo mucho ese refrán de ‘arrepiente de lo que hagas y no de lo que no hagas’ y para volver siempre hay tiempo. Estas experiencias te dan un aporte de madurez y hay pocos entrenadores de los que salen fuera de España que se arrepientan de la experiencia»

«Hace unos días hablaba con un entrenador español que está en Latinoamérica, en un país que podría parecer que es del tercer mundo y él me decía que en el tercer mundo estábamos nosotros: con un alto paro de los jóvenes, un nivel de pobreza sólo superado por Rumanía en la Unión Europea… Yo creo que hay que salir y dar el paso, ya seas joven o no. Hay que salir de nuestra zona de confort y arriesgarse»

Además de ese denominador común de no arrepentirse de haber salido al extranjero, otra cosa en común de los entrenadores españoles en el extranjeros es que si no han ganado títulos, como mínimo han hecho mejorar a sus equipos y dejan su sello en los equipos en los que están.

«No va sólo con el entrenador, va también con la persona. Yo creo que si eres justo con los jugadores y con la directiva y transmites una confianza, la gente va a responder. Estás fuera de casa y fuera de tu país, pero al final esto es baloncesto. La repercusión de los hechos es fuerte y los títulos sólo los gana uno. El ganar no lo es todo y cada vez se están dando más cuenta de ello. La pregunta es ¿por qué tanta gente se tiene que ir fuera para poder hacer realmente lo que le gusta? Desde aquí me gustaría transmitir un mensaje a las directivas de que confíen más en la gente joven y que las soluciones pueden estar más cerca de lo que ellos piensan»

Un par de preguntas más personales ya sobre tu carrera. ¿Un entrenador o un estilo de juego y un jugador o equipo al que te gustaría entrenar?

«Por cercanía y por los resultados que está teniendo a falta de que le den un equipo, con todos los respetos, un poco más competitivo, una referencia siempre fue Txus Vidorreta. Tirando para casa, pero por la cercanía que demuestra y el trabajo que hace en sus equipos y ahora en Iberostar Tenerife con un presupuesto mínimo, sobran las palabras. Para mí es uno de los referentes a nivel nacional»

«Si ya hablamos de Europa, los que para mí han sido referencia o siempre me han gustado han sido David Blatt y Dusan Ivkovic. Su manera de jugar tácticamente y las alternancias defensivas que utilizan es algo que siempre me aporta. Ver un partido de estos entrenadores es algo que transmite. Para mí, estos tres entrenadores lo que aportan es que son tres gestores de grupo excepcionales»

«De los equipos hay muchos, y siempre gusta estar cerca de casa y que la gente te trate bien, yo creo que siempre es agradable que la gente de casa mire por lo que hay en su ciudad. En cuanto a jugadores, uno que siempre ha sido referencia por su trabajo en los equipos que ha estado y que estuvo aquí en Bilbao hace unos años y dejó una huella imborable es Roger Grimau y otros como Raül López o Alex Mumbrú, que son jugadores que aquí han marcado una época y que si Bilbao está donde está, un alto porcentaje de culpa es de ellos»

Esta entrevista fue realizada antes de anunciarse
la salida de Adrián Yáñez del equipo portugués