Por Jorge Herrera (@jorgeherreran_)
Ha llegado la hora para la quinteta dirigida por Sergio Molina. La primera ronda de la BCL Américas fue una prueba sencilla al poder clasificar a dos de tres equipos en cada grupo. Ahora, después de alcanzar los cuartos de final, a Fuerza Regia le ha tocado bailar unas de las sambas más complicadas del torneo, ya que estará enfrentando a la organización de Flamengo.
Ha llegado la hora para la quinteta dirigida por Sergio Molina. La primera ronda de la BCL Américas fue una prueba sencilla al poder clasificar a dos de tres equipos en cada grupo. Ahora, después de alcanzar los cuartos de final, a Fuerza Regia le ha tocado bailar unas de las sambas más complicadas del torneo, ya que estará enfrentando a la organización de Flamengo.
Con tan solo un triunfo ante los supuestos Capitanes de la Ciudad de México, los regiomontanos -llenos de sangre mexicana- se adentraron en la siguiente ronda y para ello han realizado un sinfín de cambios en la plantilla.

Prospectos como Jorge Aguilera, Joshua Ibarra y Omar de Haro ya no han sido considerados para esta fase del torneo; en el caso de Omar, esto se debe a petición de Nicolás Casalánguida y Aguacateros, quienes se encuentran disputando los playoffs de la LNBP 2019-2020. A su vez, a diferencia de como tiene publicado FIBA en su portal oficial, Jordan Glynn, David Huertas y Carlos Rivera seguirán sin ser partícipes de este certamen.
Entre las nuevas caras de este conjunto armado en los últimos meses, destacan las inclusiones de seleccionados nacionales como Carlos Zesati e Israel Gutierréz, quienes acaban de ser partícipes de Plateros de Fresnillo y Astros de Jalisco, respectivamente. A su vez, se une una pieza importante del último campeonato local, el mexicoamericano Michael Lizárraga.
El coach Molina tiene menor margen de error en esta parte del circuito a causa de que el equipo que pasa a la siguiente ronda necesita de dos triunfos en una serie a tres enfrentamientos. Ni un minuto será tranquilo; la franquicia brasileña llega invicta tras haber pasado por encima de Instituto y Valdivia, y ahora su mirada está más que fija en el título.