Por Jorge Herrera (@jorgeherreran_)
En los últimos días, la Asociación Deportiva Mexicana de Básquetbol (Ademeba) lucía más que confiada de ganar un caso en el cual estaba totalmente en desventaja. El hablar de una federación venciendo en decisiones o ideales a las máximas autoridades internacionales es algo cercanamente imposible y el TAS se lo ha dejado en claro a la “revolucionaria” administración de Xóchitl Lagarda. Después de una pelea de seis meses por enmarcar como injusta a la FIBA, ahora el básquetbol mexicano tendrá que sufrir las consecuencias.
En los últimos días, la Asociación Deportiva Mexicana de Básquetbol (Ademeba) lucía más que confiada de ganar un caso en el cual estaba totalmente en desventaja. El hablar de una federación venciendo en decisiones o ideales a las máximas autoridades internacionales es algo cercanamente imposible y el TAS se lo ha dejado en claro a la “revolucionaria” administración de Xóchitl Lagarda. Después de una pelea de seis meses por enmarcar como injusta a la FIBA, ahora el básquetbol mexicano tendrá que sufrir las consecuencias.
En primera instancia, el TAS desestimó la apelación de la organización mexicana y por ello tendrá que cumplir con la suspensión estipulada por la FIBA en el mes de marzo. Esta viene provocada por el incumplimiento de ciertos estatutos ante el órgano global y, por no acatar en ningún momento lo requerido, ahora se la añadirá una multa de 6 mil francos suizos a la Asociación en torno a conceptos de cuota y otros gastos.

El anuncio oficial se presenta después de la audiencia por el caso 2020/A/6963 que se llevó a cabo el lunes 24 de agosto. Sin embargo, aún se desconoce mayor información por el lado de las dos partes y se estima que en los siguientes días FIBA clarifique cuáles serán los castigos que involucre la suspensión hasta el momento.
En momento anteriores, la penalización incluyó la exclusión de representativos nacionales en las competencias internacionales y ahora habrá que esperar los arreglos de FIBA, ya que la misma membresía y los derechos federativos de Ademeba pueden estar en peligro.
