Jorge Herrera (@jorgeherreran_)
No importa la dificultad, los chicos mexicanos tomarán el reto con el simple hecho de poder tener una oportunidad en el máximo circuito de su país. Tras concluir de la manera menos agradable la campaña de la Liga ABE, los jugadores no tienen aún en claro su elegibilidad para el próximo año y, por ello, figuras como Raúl Olalde han optado por dar el salto mayor hacia la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, donde podrá jugar para la escuadra estelar de Aguacateros de Michoacán.
No importa la dificultad, los chicos mexicanos tomarán el reto con el simple hecho de poder tener una oportunidad en el máximo circuito de su país. Tras concluir de la manera menos agradable la campaña de la Liga ABE, los jugadores no tienen aún en claro su elegibilidad para el próximo año y, por ello, figuras como Raúl Olalde han optado por dar el salto mayor hacia la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, donde podrá jugar para la escuadra estelar de Aguacateros de Michoacán.
Olalde, de 1.96 metros de estatura, respalda su mote de estrella con una de las carreras más constantes y espectaculares en los últimos años dentro del circuito colegial de México. El pívot arrancó su andar con el TEC de Monterrey Campus Santa Fe y, tras tres años de ardua pelea, logró que su equipo consiguiera el título de la División II y, con ello, el ascenso directo a la División I, sección donde se encuentran instituciones históricas como la UDLAP, UPAEP y el CEU.

En ese 2017, el chico de ahora 25 años de edad, fue reconocido como el MVP, pero entrando al siguiente nivel sabía que las cosas serían más complicadas, tal y como le comento a la prensa de la Asociación: “El juego de División I es mucho más físico, juegas cada semana y en días consecutivos, algo que en División II no sucedía. A todo esto, le agregas que en mi primera temporada nos jugábamos la permanencia partido a partido, el desgaste era mucho mayor”.
Afortunadamente, su conjunto no sufrió el calor del descenso y, después de decidir seguir estudiando -en esta ocasión la maestría- el antiguo borrego decidió convertirse en pantera para jugar con la Universidad Panamericana de Guadalajara. Ahí, una vez más, Olalde impulsó sus habilidades y, además de alcanzar por primera vez la fase de los Ocho Grandes, logró posicionarse como el mejor jugador del campeonato gracias a la máxima valoración producida por sus 17.6 puntos por juego, 11.2 rebotes y 3.6 asistencias.
La última temporada de la Liga ABE tuvo que finalizar de manera abrupta por la crisis sanitaria y, con la búsqueda del buen uso del presupuesto reducido, Nicolás Casalánguida decidió que su último refuerzo de este año sea el mexicano, el cual se une a otros aztecas como Omar de Haro, Alejandro Reyna y Adrián Zamora.
“Estamos muy contentos de haber reclutado a Raúl Olalde. Además de tener potencial, es un joven educado, con deseo de aprender y con buenos hábitos de trabajo”, compartió en sus redes sociales Casalánguida.
Aguacateros ha comenzado su tercera semana de trabajos y en 11 días estará arrancando la temporada regular cuando reciban en casa a los renovados Astros de Jalisco de Sergio Valdeolmillos y Heissler Guillent.