Por Henry Morales (@henrysoyyo95)

En varias ocasiones había oído nombrarle, pero para ser sinceros nunca lo había visto jugar y mi escepticismo era muy grande. Cuando comencé a indagar sobre él vi que la información era poca y aunque los criterios eran muy buenos, existía una especie de resguardo como cuando tienes una joya entre tus manos y no la quieres mostrar por miedo a perderla. Ese es el caso de Marcos Chacón, la perla del baloncesto cubano.

En varias ocasiones había oído nombrarle, pero para ser sinceros nunca lo había visto jugar y mi escepticismo era muy grande. Cuando comencé a indagar sobre él vi que la información era poca y aunque los criterios eran muy buenos, existía una especie de resguardo como cuando tienes una joya entre tus manos y no la quieres mostrar por miedo a perderla. Ese es el caso de Marcos Chacón, la perla del baloncesto cubano.

El mismo día que tuve la oportunidad de ver a Marlon Díaz entrenar bajo la tutela de Lisúan García, también tuve el privilegio de ver a Marcos Chacón. Tiene tan solo 17 años y una altura de 1.95m, privilegiada para su posición de base organizador. A primera vista parece un muchacho introvertido, con la cabeza asentada y que muestra una disposición para el entrenamiento destacada.

Por lo que pude verle allí, además de algunos vídeos que coloca en su perfil de Instagram. Marcos posee una velocidad con pelota envidiable y goza de imaginación sin descuidar los conceptos cuando se halla en problemas. Su tiro de la larga distancia se torna bastante efectivo viéndose más cómodo lanzando desde la esquina y las diagonales, pero debe trabajar desde la punta del perímetro.

Los dotes técnicos de Marcos están muy por encima de los muchachos de su edad. Su físico debe ser un poco más trabajado para ganar un poco de masa muscular y verse un poco más fuerte de cara a sus rivales. Eso sí, el muchacho sabe dosificarse y controlar bien los tiempos en su juego. Sus entradas al aro gozan de valentía y desdén, además de cierta facilidad ara ocultar la pelota para después lanzar la bandeja en el momento menos esperado.

Comentan por ahí que ya tiene equipos en Argentina interesados en sus servicios y pulir un diamante en bruto que, a lo mejor me equivoque, pero puede ser el base de la Selección Nacional de Cuba en unos años. Por el momento solo queda esperar que le depara el futuro a Chacón a quien sin temor equivocarme quien único le puede poner freno a tanto talento, es el mismo.