La fecha del viernes en la Liga Nacional dejó el tercer triunfo al hilo de Riachuelo y la victoria de Ferro en el clásico ante Atenas.
La fecha del viernes en la Liga Nacional dejó el tercer triunfo al hilo de Riachuelo y la victoria de Ferro en el clásico ante Atenas.
Riachuelo 80 – Peñarol 75. Desde hace un tiempo ya que Riachuelo muestra todo su potencial, en cada partido y cada situación que le toca afrontar. No está pagando el clásico derecho de piso del habitual debutante, sino que desde el primer momento dio frutos toda la expectativa que se generó sobre la participación del equipo en la máxima categoría y ese tremendo plantel rebosante de talento que armó. Todo se tradujo en una gran actuación en el Súper 20, independientemente de no alcanzar el Final 8, y en este joven arranque de la Liga. Está en un momento de absoluta solidez, y hoy de local en el Superdomo lo demostró una vez más: gran 80-75 ante Peñarol para seguir a paso firme.
Los de Fabricio Salas reafirmaron una vez más la excelente actualidad de la que son dueños. Fue el tercer triunfo en el certamen, de forma consecutiva y dentro de las cuatro presentaciones que lleva al momento. Salvo el debut en falso frente a San Lorenzo, que también se le escapó por muy poco, Riachuelo ganó todo lo que jugó hasta ahora.
Hoy ante Peñarol fue contundente por casi media hora de partido y eso le permitió sacar una brecha de 24 unidades por momentos. En esa realidad, también debió combatir ante la furiosa reacción de Peñarol a partir del tercer cuarto. Le costó porque los marplatenses defendieron con uñas y dientes, sin embargo el equipo aguantó esa embestida y pudo salir ileso para mantenerse en racha ganadora. El goleo de Flor (17 tantos) complotado con la calidad de Espinoza (14 puntos), Nico Paletta (17 tantos y 5 asistencias) y Leiva (11 unidades y 8 rebotes), fueron las claves riojanas de este nuevo triunfo.
Salvo en los primeros pasajes, el cuarto inicial fue de Riachuelo. A Peñarol le costó mucho atacar y tampoco pudo prevalecer en defensa, por eso perdió 24 a 12 los 10 minutos de arranque. El Milrayitas tuvo algunas segundas opciones por tomar rebotes ofensivos, pero no las pudo aprovechar. En el segundo segmento se acentuó el dominio de Riachuelo. Más allá de un buen ingreso de Valinotti, que con sus puntos le permitió a Peñarol ponerse a 10 (31-21) cuando quedaban 5 minutos, el elenco local se acomodó rápidamente y despegó con un 5-0. La bocina encontró a los de La Rioja arriba 45-29.
En dos minutos del tercer cuarto, Riachuelo sacó 19 (50-31) y llegando a la mitad extendió a la máxima renta de 24 (59-35). Desde ese momento, Peñarol despertó con Thornton, Monacchi y Valinotti para meter un 19-5 y quedar solo a once al irse el parcial (65-54).
Con un triple de Monacchi y un doble de Valinotti, Peñarol se arrimó a seis en el amanecer del último cuarto (65-59). Y cuando quedaba un minuto y medio, después de luchar, pudo ponerse a cinco (78-73) pero apareció un doble clave de Leiva. Luego, los Milrayitas no encontraron un triple que les permita arrimarse (terminaron con 9-31) y se quedaron sin chances de coronar la remontada.
Atenas 78 – Ferro 82. Tic tac, tic tac… Así, como un relojito fue el funcionamiento de Ferro, que supo como complicarle de principio a fin la noche a un Atenas que no logra dar en la tecla a pesar del esfuerzo y las buenas intenciones de siempre. Los de Caballito se llevaron el triunfo por 82-78, con el que saltar a récord positivo (2-1) y dejan al Verde cordobés con las ganas de salir de pobre (0-3).
La clave del juego fue Ferro. Sí Ferro como equipo. Colaborador en los dos costados y más que conocedor del librito que escribe Federico Fernández e incentiva a los suyos a aprender: defensa, velocidad en ofensiva e intensidad full time. Fue dueño del partido de principio a fin y nunca lo puso en riesgo por desatenciones, más allá de que en el final el Griego intentó la heroica, sin éxito.
Aprovechó todo lo que Atenas le permitió, y eso se refleja en los 24 puntos capitalizados por pérdidas (11) más segundas opciones (13) recogidas bien cerca del cesto. Además de un aporte clave de la banca, con 24 unidades. Theo Metzger (17), clave en la primera mitad con su fineza para el cesto desde larga distancia; Eduardo Vasirani (17 más 8 rebotes) cuando la pintura lo llamó a hacer la diferencia por la notoria falta de peso rival; y Valentin Bettiga (11) en los últimos diez minutos, fueron la clave de un Oé que se quedó con todo en Córdoba.
En Atenas el fusible del buen rendimiento fue apenas Latraius Mosley (25 y 12 recobres), que cuando no hizo buen contacto y cayó en cortocircuito, el equipo fue más que intermitente y terminó en low battery. En ningún momento le encontró la punta al ovillo, llegó a tocar máxima en contra de 13 puntos (74-61) a 7m08s del cierre y, si bien volvió a tirar el resto al rectángulo en los minutos finales para acercar a 81-78, no le alcanzó.
Texto: Prensa Atenas, Prensa AdC y Prensa Peñarol
Fotos: La Liga Contenidos