El regreso del baloncesto profesional al Táchira no fue del todo fructífero para los locales. Más allá de la derrota, el recinto no tenía presuntamente las condiciones mínimas exigidas por FIBA y la comisión técnica de la SPB y se habrían producido otras irregularidades durante la celebración del encuentro.

El regreso del baloncesto profesional al Táchira no fue del todo fructífero para los locales. Más allá de la derrota, el recinto no tenía presuntamente las condiciones mínimas exigidas por FIBA y la comisión técnica de la SPB y se habrían producido otras irregularidades durante la celebración del encuentro.

El protocolo de inicio del compromiso no fue cubierto de manera adecuada, ya que la presentación del los equipos no se efectuó en el tiempo estipulado por la comisión técnica de la liga y como se estila en todos los eventos deportivos del país. Antes del salto inicial, se deben escuchar las notas del himno nacional, lo cual no habría ocurrido, y únicamente se escuchó el del estado Táchira. Además, aparentemente el gimnasio Luis «El Tierno » Gómez no tenía todas las condiciones reglamentarias en cuanto a la infraestructura exigidas por FIBA y la comisión técnica de la SPB.

Del mismo modo, se habrían presentado algunas incidentes de miembros del equipo local ante la mesa técnica y el vestuario del equipo visitante, mientras que público presente en la zona VIP del gimnasio increpó al jugador visitante Ludgy Debaut, haciendo incluso que el partido tuviera que detenerse por unos instantes sin que el personal de seguridad interviniera para evitarlo.

No es la primera vez que ocurre algo similar y ya con Taurinos de Aragua, predecesor de los osos tachirenses, se suspendió su juego inaugural en la temporada 2023 debido a que el tabloncillo del gimnasio Mauricio Johnson no estaba en condiciones óptimas para que se efectuara un encuentro de baloncesto.