Por Boris Bracho Rivera

Al margen de las felicitaciones de rigor para Gladiadores de Anzoátegui por su campeonato y su merecida victoria, deberíamos hacer una reflexión que se convierta en crítica constructiva para la SPB.

Al margen de las felicitaciones de rigor para Gladiadores de Anzoátegui por su campeonato y su merecida victoria, deberíamos hacer una reflexión que se convierta en crítica constructiva para la SPB y enumeraremos diversas consideraciones de modificación en las condiciones del campeonato.

Los directivos de la SPB deben considerar abandonar la práctica del draft de refuerzos en las diversas etapas de la competición, ya que ese sistema por el contrario de elevar el nivel competitivo, lo echa abajo y convierte el torneo en una pugna a favor de los equipos de más dinero en la liga, quienes por consecuencia refuerzan su plantel con los mejores jugadores que han quedados eliminados en el desarrollo del torneo.

Sería ideal regresar a la práctica que de acuerdo con el nivel de la plantilla criolla con la que cuenta un equipo por la participación de sus jugadores en la selección nacional, se pueda reforzar con más o menos foráneos, con el fin de equiparar esa competitividad.

Estas condiciones de campeonato actuales con el tema de los refuerzos hasta la última etapa, es decir, hasta la final, hacen perder brillo e interés a la competencia, porque por lo regular la balanza se inclina hacia el lado de quien con su ventaja financiera pudo armar la mejor plantilla, que absurdamente termina siendo bastante diferente a la que inició y se desarrolló en la etapa regular.

Deberían mirarse en espejos como la cuasi centenaria BSN de Puerto Rico (cumple 100 años de fundada en el 2030) que entre otras condiciones tiene un draft de novatos al inicio del campeonato, que además impone una fecha límite durante el torneo para hacer canjes o incorporaciones y salvo pequeños cambios promueve ese teamwork tan necesario para que los equipos obtengan triunfos, por eso con toda justicia se le conoce como «la liga más dura del caribe».

Lamentablemente para muchos de los venezolanos amantes del baloncesto, la SPB ha resultado ser la liga más floja de todo el Caribe, porque a pesar de la gran calidad de los jugadores criollos e importados, el torneo resultó disparejo y poco competitivo entre unos y otros equipos. Es cierto que hay muchas más plazas para jugadores nativos, no es menos cierto que la liga parece sumergida en un letargo somnoliento y aburrido de mala calidad.

Recomendaciones sencillas para mejorar nuestra liga

• Los cinco equipos que clasificaron a la ronda semifinal solo pueden traer tres refuerzos importados y tenerlos en cancha todo lo que quieran, a fin de cuentas nadie juega 40 minutos, así que tendrán la necesidad imperiosa de depender de la plantilla criolla, lo que se traduce en más minutos y experiencia ganada para nuestros jugadores. El resto de equipos pueden traer cinco refuerzos, pero solo está permitido mantener 3 en cancha a la vez, como ha sido hasta ahora, eso equiparará las cargas cuando vengan al tabloncillo las segundas unidades y además subirá el nivel de los jugadores del patio, toda vez que en las etapas regulares cualquier equipo profesional con aspiraciones de obtener el campeonato debe contar con una rotación de al menos 10 jugadores, que luego se acorta a 8 e incluso a 7 en etapas decisivas. Cuando sumamos esa terrible figura del refuerzo, incluso se eliminan del juego estos factores estratégicos fundamentales, que por lo demás les da enseñanza a nuestros jugadores que obtendrían experiencia en situaciones de clutch.
• Establecer una fecha límite para hacer cambios o incorporaciones cercana al comienzo de la primera etapa de playoff, salvo por casos de lesiones de larga recuperación y siempre bajo demostración médica pertinente, se permite a los equipos hacer sustituciones de extranjeros, de esta manera se acaba con la ventajista y oportunista figura del refuerzo de otro equipo que haya quedado eliminado en una etapa anterior.
• Se debe establecer un draft de agentes libres antes del comienzo del torneo, donde todo jugador que no tenga un acuerdo contractual se puede inscribir y los equipos van a ese draft con un pick up, donde el equipo que quedó de último tiene la primera escogencia y así sucesivamente.
• Mejoren su nivel de competencia, no hagan la liga aburrida, no maten la avidez de ver jugar a nuestros atletas, los consagrados y los jóvenes, no acaben con ese sentir inexplicable del aficionado por querer estar en la cancha, incluso con ese amor de nuestros niños por ver a sus ídolos, es lo que está sucediendo y la SPB terminará enferma terminalmente.

Desde que comienza la liga el trasnocho me acompaña para poder ver los partidos al otro lado del atlántico, me debato entre la dicotomía de si merece la pena o no, he sido uno de los defensores de la SPB desde que vino a rescatar nuestro baloncesto en pandemia, que sabemos había quedado sumergido entre la desidia de sus directivos y poco interés de la antigua FVB, las cosas cambiaron sobre toda por una renovada federación que se ha empeñado en hacer las cosas de mejor manera, para muestra la Superliga de categorías menores, masculina y femenina, pero por situaciones como esta deslucida, sin brillo, tediosa y soporífera final de campeonato a veces uno termina añorando la extinta LPB.