FIBA AMERICAS U18: LAS PRÓXIMAS ESTRELLAS DE AMÉRICA

Por Kevin Schepmans (@ElTimeout)

La selección de Estados Unidos se sacudió el escándalo de la derrota en el pasado Mundial U-19 ante Canadá, y se alzó en Saint Catharines ante el combinado local para llevarse la medalla de oro del FIBA U-18 Américas, por pizarra de 113-74, con Quentin Grimes y Cole Anthony en plan estelar durante todo el torneo.

La selección de Estados Unidos se sacudió el escándalo de la derrota en el pasado Mundial U-19 ante Canadá, y se alzó en Saint Catharines ante el combinado local para llevarse la medalla de oro del FIBA U-18 Américas, por pizarra de 113-74, con Quentin Grimes y Cole Anthony en plan estelar durante todo el torneo.

Los norteamericanos, que ya están acostumbrados al abrumador dominio en competiciones premundiales U-18, y también en U-16, no tuvieron problemas en despachar a una selección canadiense que venía con credenciales inéditas a este campeonato, como actual monarca mundial en la categoría U-19. Una generación aquella del año pasado en Egipto, propulsada por el mejor jugador de la clase 2000 en todo el globo, el alero RJ Barrett, que plantó cara y sorprendió a los dirigidos por el histórico entrenador John Calipari.

Para este año, USA Basketball agitó la esfera de poder en la categoría reemplazando a todo el cuerpo técnico cuestionado tras haber cedido el torneo mundial en 2017, y como sustituto al mandamás de la Universidad de Kentucky, fue designado otro mítico entrenador como Bill Self, de la Universidad de Kansas, como líder el nuevo proyecto.

Entre los nombres que se ganaron su cupo para esta cita premundial después de medirse en las pruebas de la base de la federación estadounidense en Colorado Springs, futuras figuras de la NBA como Cole Anthony, Matthew Hurt, Alec White o Grimes, quien fuese nombrado como MVP del torneo, cargaron a esta camada a titularse nuevamente en el continente americano. Desde la edición inaugural en 1990, Estados Unidos ha ganado el cetro en 9 de 11 ediciones.

USA, campeón del torneo (Foto: USA Basketball)

Esta competición tuvo la particularidad de tener sorpresas desde Suramérica, que ofrece tres clasificados, al Chile haber obtenido su primer título en baloncesto juvenil, derrotando en la final del Sudamericano U-17 de Perú a la favorita, Argentina, y como medallista de bronce a Ecuador, que por primera vez accedía a un torneo premundial en baloncesto masculino, por encima de potencias como Venezuela, Uruguay o la propia Brasil, que no participó al estar suspendida internacionalmente la CBB por FIBA.

Completó el podio en este FIBA Américas U-18 la selección de Argentina, que derrotó con gran remontada viniendo de un -15 a su similar de Puerto Rico, por 87-79; estos junto a canadienses y estadounidenses serán los representantes del continente en el venidero Mundial U-19 de 2019, aún en sede por definir. En quinto lugar finalizó Chile, venciendo a un poderoso grupo de República Dominicana con varios prospectos NCAA en sus filas, mientras que Panamá en duelo de equipos sin victorias, sacó el triunfo de la honra ante Ecuador, por el séptimo y octavo lugar en St Catharines.

Argentina, medalla de Bronce (Foto: FIBA)

Las próximas estrellas de América

Quentin Grimes se lleva la mayor parte de los reflectores en USA Basketball tras ser nombrado parte del Quinteto Ideal y Más Valioso de la competencia, heredando este premio de la primera selección del NBA Draft pasado, Markelle Fultz, en la edición 2016, promediando 14.7 puntos por encuentro, 4.0 rebotes, 3.8 asistencias y dejando línea de 17-7-6 en la final del evento ante Canadá. Se caracteriza por ser un alero uber-atlético con amplios recursos de cara al aro, capaz de convertirse en un anotador élite y también aportando en las pequeñas facetas del juego.

El apellido de Cole Anthony precede sus actuaciones, sin duda alguna. Hijo del ex NBA y hoy comentarista de televisión Greg, también base como su padre, aunque de características muy ofensivas. Elusivo, sabe cómo elegir espacios en el parqué para anotar sin piedad con su notable manejo de balón con ambas manos, decente lanzamiento de media y larga distancia para la edad y que aún debe mejorar, y al ser de estatura promedio como PG con 1.85 de altura, esto determinará cuán bueno podrá ser en la NCAA y a futuro seguramente, la Asociación.

Matthew Hurt es un jugador que tiene parecidos con el juego de una antigua estrella del college, Adam Morrison, por cómo su capacidad para ser influyente con su creación y conversión del tiro puede cambiar los destinos de un partido.

Hablar de Francisco Caffaro es hablar de un proyecto que ha venido germinándose desde los 14 años. El argentino, de una meteórica progresión tras haber sido ubicado y promocionado a corta edad en selecciones juveniles de la CABB, ha dado el salto adelante tras llegar a Australia para desarrollarse en la NBA Academy Global. Varias participaciones precoces, incluso en Mundiales FIBA, le han llevado a estar por encima de la curva de aprendizaje. Esta experiencia le ha dado un plus en el físico, ya notorio de por sí al medir legítimos siete pies de altura, que compenetra con su gran capacidad atlética junto a la fluidez de pies, y además un puente directo a la NCAA, donde ya se comprometió a jugar con la Universidad de Virginia, primer sembrada en “Marzo” la temporada pasada. Muestra una proyección importante como “rim-runner”, muy adepto a definir encima del aro, y debe desarrollar su tiro para ampliar su arsenal, pensando en el siguiente nivel.

Francisco Caffaro (Foto: FIBA)

Juan Ignacio Marcos no ha corrido con suerte en cuanto a su salud se refiere, perdiéndose citas importantes en meses recientes y esa consolidación que atesora su talento, como la figura más promisoria de Peñarol de Mar del Plata. El combo-guard mostró en Canadá lo que se sabía podía dar, y más. Impresionante confianza, “release” violento que le permite desenfundar su tiro en milisegundos, y capaz de embocarlo incluso desde los 9 metros. 2do porcentaje más alto en St Catharines con 51% (14-27 C3) en triples, de forma eficiente (58.9% de campo) y desde varios puntos en el perímetro no tuvo problemas para encontrar luz solar con su tiro. Tiene un “aire” norteamericano en cómo se proyecta en cancha, muy a lo Trae Young, que seguro será una alta selección de lotería en este Draft. Listo para convertirse en un director de juego a tiempo completo. Debe mejorar su cuerpo para aguantar los rigores de la posición tanto en Liga Nacional como para futuros retos.

A Marco Giordano si le vimos más a menudo en la primera división argentina con Regatas Corrientes, siendo el jugador clase 2000 más regular de la temporada. Cargó a esta Argentina U-18 y fue líder anotador del torneo con 18.5 Pts/J, con un notable 91% en tiros libres, renglón en donde sin duda alguna se muestra mucho de su avance en ofensiva. Tuvo una explosión de 35 unidades ante la RD con canastas de todos los colores. Muy en el molde físico de Facundo Campazzo aunque con menos fanfarria en su estilo.

Marcos Giordano (Foto: FIBA)

El pesado currículum de Alanzo Frink parece haber quedado en deuda para la selección de República Dominicana. MVP del Centrobasket U-17, y con una envergadura muy dominante para esta categoría, el norteamericano descendiente de dominicanos no pudo ejercer todo su fuelle individual para el colectivo de RD en esta competencia; tuvo AVG de 18.2 Pts (2do del torneo) y 8.7 Rbs (3ero entre los líderes), pero los quisqueyanos no pudieron emular otra clasificación mundialista a pesar de tener una de sus más talentosas generaciones.

El ala pívot, que jugará para el DT cubano Frank Martin en Carolina del Sur, ha sido muy efectivo en todas las categorías en las que ha jugado. Muy físico y con buen juego de espaldas al aro, Frink no tiene la talla suficiente para avanzar sin tener que expandir su radio de juego y convertirse en un “4” con aptitudes perimetrales, mejorando el drible, y especialmente su lanzamiento.

Alanzo Frink (Foto: FIBA)

Lester Quiñones es otro nombre a seguir, al haberse convertido en un reclutamiento importante para la FEDOMBAL, teniendo la oportunidad de también escoger representar a Puerto Rico. Escolta que ha crecido como la espuma en reputación a nivel de high school desde su transferencia a St Benedicts, potencia a nivel de liceos. Es un escolta alto para la posición, hábil para manejar el balón y crearse su propia ofensiva en situaciones ISO. Su lanzamiento y enfoque en defensa dictará que clase de jugador será para la etapa universitaria. Tercero en la competencia en puntos (17.5) tras Frink, y hoy uno de los 70 mejores reclutas de la clase 2019 de high school.

Lester Quiñones (Foto: FIBA)

Hablando de reclutamientos, Puerto Rico y su buen rastrillaje de jugadores descendientes de sangre boricua ha acertado nuevamente con George Conditt IV. El pívot de Iowa State fue un desestabilizador tanto en ataque como en defensa para los ahora mundialistas, con promedios de 61% en tiros de campo, 11.8 puntos, 6.7 rebotes y un impresionante 3.3 en bloqueos contando con que en cuartos de final ante Chile y en el juego por el tercer puesto vs Argentina tuvo 6 tapas respectivamente. Todavía muy delgado para la posición, pero con gran cálculo de tiempos para alterar tiros, deberá trabajar por primera vez con un staff universitario, regimiento de pesas serio y esto podrá ayudarle en establecerse seguramente como uno de los mejores internos defensivos en college. Por cómo evoluciona el juego actualmente, ese lanzamiento de media y larga distancia debe estar ya trabajándose.

George Conditt IV (Foto: FIBA)

Chile tuvo dos nombres importantes desde el inicio de esta generación hasta el torneo, y con un quinto puesto agridulce, Maxwell Lorca e Ignacio Arroyo Varela esperan capitalizar ahora sus carreras individuales en HS y luego NCAA así como en España respectivamente para el futuro del ascendente baloncesto de ese país. El norteamericano e hijo de chileno hoy es un centro defensivo, largo y con buen “feel” para no solo dominar en boxouts y aspirar rebotes (1ero del torneo, con 11.3/J) sino también para anclar la zona defensiva; tuvo average de 2.8 tapas por encuentro, para ser 2do en la tabla). Lorca debe trabajar muchísimo sus recursos en ataque, donde aún no tiene confianza en su mano de lanzar y recurre al juego de P&R y búsqueda del aro para canastas fáciles.

Respecto al base chileno Arroyo Varela, coronó una sólida temporada debut en liga EBA española con el Movistar Estudiantes para hacerse con los focos de ser una de las promesas más serias del club ACB. Inteligente más allá del resto, sabe cómo manejar el tempo de juego en ofensiva estacionaria así como tomar buenas decisiones en el quiebre rápido; ya muestra notorio desparpajo con su tiro, capaz de sacarlo en el step-back así como buscando el contacto. Asterisco grande en lo endeble de su físico y falta de capacidad atlética pensando en el siguiente escalón para su juego. La inédita Generación de Oro chilena acompañada de otros nombres como Kevin Rubio y Álvaro Pimentel, estará reforzando en pocos años a su selección mayor y serán animadores en Suramérica en breve.

Ignacio Arroyo (Foto: FIBA)

Panamá aquejó la durísima ausencia por lesión de Ricardo Lindo, su máxima estrella por lejos y quien hoy tiene más de 20 ofrecimientos de beca NCAA en su haber. El Alero natural de 2.01 de estatura empujó a los centroamericanos a un sorpresivo tercer lugar en el Centrobasket U-17 siendo máximo anotador del evento, y su ausencia se hizo sentir. Se reporta que hará un año más de preparatoria antes de dar el salto universitario a un programa mid-major, a lo sumo.

La selección de Ecuador jugó por primera vez la competencia al sorprender a propios y extraños en el Sudamericano de Lima, mostrándose como un grupo de mucho oficio y con un par de picos individuales que hicieron olvidar un poco a su figura, el base Luis Riascos, desarrollándose en un high school y que no pudo disputar el FIBA Américas por problemas de visado canadiense. Aaron Capurro, recientemente becado por Redemption Christian en EE.UU. es un alero de condiciones innatas, de manejo de balón algo suelto pero que encontró el aro con mucha facilidad. Fue 11vo en puntos de la competencia y 7mo en rebotes con 7.7/J, a pesar de ser líder en pérdidas (4.2 por juego) y faltas cometidas.

Aaron Capurro (Foto: FIBA)

Michael Moncayo es otro jugador que se forma en Norteamérica y que tocará seguir de ahora en adelante. Pequeño base cercano al 1.77m aunque muy dinámico, tuvo que jugar minutos pesados y arrear a esta selección ecuatoriana. Dejó muy buen sabor su actuación.

Por último, los locales llevaron como refuerzo al precoz Addison Patterson, ala de 2.02 metros y hoy la mayor promesa 2001 del país del maple, quien promedió 14.5 puntos por encuentro a pesar de dar ventaja de edad. El nativo de Ontario estará siendo líder de su propia generación en apenas unos días en Argentina, para el Mundial U-17, y se habla de que tomará el testigo dejado por Rowan Barrett Jr como el  próximo canadiense sensación.

Andrew Nembhard fue de lo mejor en la posición “1” para este torneo, mostrando una madurez importante en los sets ofensivos. Ya veterano a nivel FIBA, el recluta de la Universidad de la Florida se vio más ofensivo que en competencias anteriores, mostrando un juego similar al de su compatriota y NBA, Cory Joseph. Nembhard fue 1ero en asistencias del torneo (8.8 Ast) y 6to en puntos (15.7/J) para el subcampeón.

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