ALEJANDRO OCHOA, EL DISCÍPULO VENEZOLANO DE FLOR MELÉNDEZ QUE FUE SELECCIONADOR DE ARUBA

Por Daniel Mérida (@baloncestero)

En Cancha Latina nos gustan las historias de baloncesto, nos gusta charlar con personas que viven el baloncesto con pasión y siempre tienen una historia diferente que contar. En este caso, nos hemos ido hasta Miami para hablar con Alejandro Ochoa, un entrenador oriundo de Maracaibo que trabajó como seleccionador de Aruba, una pequeña isla al sur del Caribe, y que tiene al profesor Flor Meléndez como gran inspiración en los banquillos.

En Cancha Latina nos gustan las historias de baloncesto, nos gusta charlar con personas que viven el baloncesto con pasión y siempre tienen una historia diferente que contar. En este caso, nos hemos ido hasta Miami para hablarcon Alejandro Ochoa, un entrenador oriundo de Maracaibo que trabajó como seleccionador de Aruba, una pequeña isla al sur del Caribe, y que tiene al profesor Flor Meléndez como gran inspiración en los banquillos.

Para los que no te conozcan, ¿quién es Alejandro Ochoa? «Desde chico me inicié en el Parque Rosario Solarte con mis otros compañeros, que ahora son mis hermanos. Teníamos un entrenador, el profesor Wilmer ‘Pantera’, que lamentablemente cerro la escuela y se fue a otra institución. No teníamos con quien practicar, nadie que nos guiara y decidimos inscribirnos en algunos torneos. Los otros equipos nos ganaban de paliza y tenían sus entrenadores de alto nivel. Seguimos así hasta los 20 años y ya dolía más cuando el equipo contrario se burlaba de nosotros.

«Como aquí no hay escuela de entrenadores busqué y decidí ver la LPB por televisión para intentar aprender y mejorar. Cuando vi a Flor Meléndez, me identifiqué mucho con él por la agresividad, que no le da miedo decir cosas fuertes a los jugadores ni a los árbitros. En el 2000, quedó campeón con Marinos y yo acudí a una clínica suya en Caracas. Fue una semana excelente, donde conocí a mucha gente, entre ellos a Néstor García, con el que tengo varias anécdotas y me dio muchos consejos para aprender baloncesto. Cuando regresé de aquel viaje, volví muy entusiasmado y me hice cargo del equipo Rosario Solarte, donde a la fecha siempre estamos ahora en los primeros lugares en casi todos los torneos de Maracaibo»

Háblanos de tu carrera como entrenador. «Empece con el Rosario Solarte y quedamos campeones en varios torneo B. Yo tenía ganas de avanzar mas y recibí la oportunidad de ser asistente de José Morales, entrenador de la selección de Luz, que es excelente entrenador y preparador físico. Estuve dos años con el equipo de categoría A, incluso dirigí el equipo cuando José Morales no pudo porque tenía que dar clases. Luego de esa experiencia,  comencé en los entrenamientos de gaiteros, donde estaban los entrenadores internacionales. Como no me podía meter en el tabloncillo, anotaba todo de afuera sentado en las gradas. Un día le dije a Paul Romero que si podía ayudar me dijo que sí y pude hacerlo en 2014 que estuvieron Jorge Arrieta y Gustavo García. En 2015 vino esa gran persona, que es Flor Meléndez, con el Chino Infante a cargo del equipo. En 2016 no pude trabajar por problemas familiares, pero mantuve el contacto con todos los entrenadores, estudiando, porque nosotros los entrenadores somos como doctores y tenemos que estar actualizados»

¿Cómo surgió la oportunidad de dirigir a la selección de Aruba? ¿Cómo fue la experiencia? «Lo de National Aruba Basketball fue un reto y experiencia bonita y a la vez difícil, porque estaba lejos de la familia. Jean carlos ortega, quien fuese preparador físico de Gaiteros, además de un gran amigo fue a dictar una clínica por unos días, pero tuvo que irse por unos compromisos en España y me puse en contacto con Geraldo Milton, presidente de la Federación. Después de varias entrevistas me escogieron en 2016 en un proceso junto a otro entrenador italiano y otro estadounidense. Fueron seis meses, donde recibieron muy cordialmente y donde entrené casi todos los días a 80 jóvenes de diferentes categorías y se escogieron a 40 que iban a representar a Aruba en un torneo internacional en Puerto Rico. El inglés se me hizo complicado al principio, pero fui aprendiéndolo con los entrenadores de Aruba, que fueron muy amables y profesionales conmigo. Ojalá su gobierno pudiera darle más recursos para repetir estas actividades, porque hay mucho talento allí»

«Ya en el torneo de Puerto Rico, me puse nervioso al inicio porque es la cuna de grandes entrenadores y jugadores. Fue una semana increíble donde vi una organización de altura y coordinación para manejar tantas canchas de baloncesto. Recuerdo muy bien como en la final contra Puerto Rico perdíamos el último cuarto por 22, pedí el primer tiempo antes de empezar el cuarto, fui muy agresivo con los jóvenes para que jugasen duro, con inteligencia y que todo el gimnasio escuchase mi voz. Hice muchos cambios y presionamos cancha completa. Siempre recuerdo a Fernando Duró, cuando dice que el principio de la defensa es presión a la bola. Lo hicimos y sólo perdimos la final por un punto. Fue una derrota muy dolorosa la derrota porque hicieron lo imposible para ganar e incluso el gimnasio completo se paró para gritas ‘Aruba, Aruba’. El entrenador rival nos felicitó porque esa selección nunca había alcanzado ese nivel en las otras ediciones que había participado. Le doy gracias a la Federación de Aruba por darme esa oportunidad. Espero regresar pronto. Me considero muy visionario y me gustaría probar suerte en países como Kuwait o Dubai, que son países que necesitan ayuda para subir el nivel»

¿Cómo es trabajar junto a Flor Meléndez? «Siempre digo que Flor es como un padre deportivo. Me identifico mucho con la agresividad, con no tener miedo en decirles las cosas a los jugadores. Recuerdo que empecé a verlo desde la grada, anotando todo lo que hacía, y me vio hacerlo y pensé que se iba a molestar, pero fue todo lo contrario porque vino con mucha amabilidad, me explicó mucho y todavía lo sigue haciendo. Él siempre me dice que lea bastante para transmitirlo a los jugadores en el momento que sea. Ojalá pueda dirigir un equipo profesional, no lo voy a decepcionar ni a él ni a mi familia. Sé que puedo y tengo las herramientas, solo espero el tiempo de Dios para que ocurra»

Hablas de que te gustaría salir al exterior para dirigir. ¿Cómo de fácil o difícil es ganarse la vida como entrenador en Venezuela?

«Me gustaría muchísimo ayudar aquellos países donde hay recursos, pero falta esa experiencia para subir el nivel de desarrollo de las categorías menores. Tenemos un equipo de trabajo encabezado por Flor Meléndez, que podríamos presentar el proyecto en cualquier país. Flor subió el nivel del baloncesto en Puerto Rico, luego fue Argentina y luego Venezuela»

«Aquí no es nada fácil ganarse la vida como entrenador. Hay que sacrificarte mucho pero da alegría. Los equipos profesionales de auqí pocos te dan la oportunidad y prefieren traer hasta los asistentes del extranjero con buena paga. En Venezuela hay talento pero es lamentable que no haya una escuela de entrenadores en la Federación»

¿Qué supone participar en el Mundial para Venezuela? ¿Hasta donde crees que podrá llegar la Vinotinto?

«La participación de Venezuela en el mundial va a ser una motivación para las jóvenes promesas de Venezuela, que va a hacer que se esfuercen aún más por pertenecer a la selección. Somos 15 millones de jóvenes y solo 12 pueden estar»

«Fernando Duró tiene mi respeto y aprecio y sin duda le cambió la cara a la Selección con trabajo genial. Así como se le ganó a Canadá con 9 jugadores NBA se le puede ganar a quien sea. Ojalá que puedan estar todos los muchachos»

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