¡Otra noche para la historia! El Iberostar Tenerife conquistó este domingo la Copa Intercontinental 2020, al imponerse en la gran final a la Virtus de Bolonia (72-80) al amparo de una afición, la aurinegra, que volvió a vibrar con otra noche mágica de su equipo. El club tinerfeño festejó así el tercer título internacional de su palmarés en un trienio de ensueño, tras la #BasketballCL 2017 y la #IntercontinentalCup de este mismo año.
El grupo de Txus Vidorreta, hoy visitante en el acta oficial, tiró de carácter y defensa para levantar un mal inicio, enderezó el rumbo con la irrupción de la segunda unidad y allanó luego el triunfo al son de Marcelinho Huertas y el poder interior de Gio Shermadini. Costó un mundo tumbar a un rival, la V Negra, que jugó con su equipo de gala, incluido Milos Teodosic, recuperado de sus molestias, y que apuró sus opciones hasta el último minuto.
Arrancó errático el conjunto insular, circunstancia que aprovechó la Virtus para firmar un parcial de 7-0. Pese a todo, el Canarias se repuso explotando las virtudes en la pintura de Gio Shermadini y apretando atrás. Lahaou Konae e Iffe Lundberg volvieron a subir el listón defensivo de los laguneros, que voltearon el guión y cogieron las riendas del choque (11-16, min. 10).
A partir de ahí el partido creció al ritmo impuesto por los anfitriones. Lo intentaron los italianos con la calidad de Markovic y el físico de Gamble, pero el Iberostar Tenerife se encontraba cada vez más cómodo e iba sumando argumentos a la causa para plasmar sus señas de identidad. El criterio para mover el balón se tradujo en los primeros aciertos en el triple y los locales demarraron camino del receso (32-42).
Tras la pausa, Huertas, que se había ido al intermedio con un -3 de valoración, resurgió para guiar con mano firme a los suyos. El brasileño (1/11 en tiros hasta entonces), lejos de amilanarse, dio un paso al frente y comenzó a ver el aro como una piscina (15 puntos en el tercer cuarto), lo que hizo imposible cualquier amago de reacción italiana (42-57, min. 25).
Aún así, la Virtus no se rindió nunca y buscó la remontada en el último cuarto, amparándose en el físico de los Hunter, Marble y compañía y en la clase de Teodosic. El Iberostar Tenerife encajó un parcial de 2-10 (64-69, min. 35) y transitó por minutos delicados: solo una canasta en penetración de Iffe Lundberg en los cinco primeros minutos del último cuarto.
Sin embargo, cuando más apretaban los de Sasha Djordjevic (67-70), el grupo de Vidorreta respondió con entereza. Con entereza y con calidad, la de Gio, primero para salir del agobio (67-73) cuando ya se sentía el aliento visitante en el cogote; y la de Huertas, después, para enhebrar cinco puntos en el arreón definitivo (70-78), que encarriló ya del todo la victoria insular y desató la euforia en el Santiago Martín.
La afición canarista estalló entonces de júbilo para premiar el esfuerzo encomiable de un grupo, el aurinegro, que no solo ha llegado a febrero muy vivo en cuatro competiciones, sino que además, tras saldar con un título una de ellas, trabaja con profesionalidad y sacrificio para seguir dando alegrías en todos los frentes posibles.
Texto: Prensa Iberostar Tenerife
Fotos: FIBA