Llegados a la Liga LEB Oro tan solo unas semanas atrás, el combo Moisés Andriassi y el center Israel Gutiérrez han sido capaces de convertir la Final de la Liga LEB Oro en todo un Playoff de ultramar. Una serie con la que despertar el interés del baloncesto mexicano por lo que acontece estos días en Lugo y Granada y en la que tan solo uno de los dos podrá proclamarse como el primer campeón azteca en la historia de la competición.

Aparentemente, pocas cosas podrían llegar a unir a dos chicos cuyas fechas y lugares de nacimiento se encuentran separadas en el tiempo por siete años y algo más de 500 kilómetros. Pero el baloncesto acostumbra a ser ese deporte que, aliado con el destino, es capaz de convertir en posible lo imposible.

Porque sólo así puede entenderse que los caminos del combo Moisés Andriassi (2000) y el center Israel Gutiérrez (1993) llegaran a cruzarse este pasado sábado sobre el parqué del Palacio de los Deportes de Granada. Un lugar alejado de su hogar en 8.000 kilómetros y 7 horas de diferencia horaria y en el que ambos jugadores iban a comenzar la lucha que llevará tan sólo a uno de ellos a poder conquistar el título de campeón de la Liga LEB Oro.

¿Una agradable coincidencia? Seguramente, pero no la única, ya que sus caminos parecen haber transcurrido en paralelo a lo largo de las últimas temporadas donde llegaron a compartir vestuario el pasado curso en las filas de los Astros de Jalisco y donde llegaron a ser incluso compañeros en el debut de Andriassi con la camiseta de la Selección de México.

Y si aún no han sido capaces de sorprenderse con tal cúmulo de coincidencias, aún hay más, ya que Gutiérrez llegó a ser compañero de estudios de los hermanos mayores de Moisés en la Universidad… ¡Casi nada!

Todo un sendero de coincidencias entrelazadas que tendrá su próximo capítulo bien este jueves sobre la cancha del Pazo (si le preguntan a Moisés) o bien sobre el parqué del Palacio (si le preguntan a Israel) y que llegará con algo más que un título en juego… ¡Con una apuesta por unos suculentos tacos!

Así nos lo desvelan los protagonistas de esta curiosa historia…

Andriassi: “El que venza deberá pagar unos buenos tacos al regresar a México”

Fue el primero de los dos en llegar a España y lo hizo de la mano de un Covirán Granada que puso sus servicios a prueba antes de poder incorporarlo definitivamente al equipo.

Un hecho que se produjo instantes antes del cierre de mercado invernal y que pasaba a convertirse en todo un deseo cumplido tal y como explica el propio jugador mexicano: “Está siendo una experiencia muy bonita, para mí es todo un sueño el poder estar jugando en España y más aún en una liga tan competitiva como la LEB Oro. La adaptación ha sido muy sencilla gracias a mis compañeros, al staff y a la gente que rodea al club. Entre todos han hecho más fácil mi estancia en Granada y todo eso me ha ayudado a sentirme muy feliz por poder estar en un equipo que ha trabajado muy bien y que se ha merecido jugar esta final”.

Aunque, a buen seguro, el base-escolta nazarí no hubiera podido imaginar, apenas unos meses atrás, que su fichaje en Granada iba a llevarle a compartir final con un viejo amigo como Israel: “La verdad que está siendo algo muy bonito el poder estar aquí, compitiendo en toda una final de LEB Oro y que haya podido ser contra Israel. Lo considero un gran amigo mío y de mi familia, al que he visto jugar y con el que estaba compartiendo equipo hace tan solo unos meses. Aunque, por aquel entonces, a ninguno de los dos nos pasó por la cabeza que poco después estaríamos disputando una final en contra en España. Cuando me llamó para decirme que tenía la oferta del Breogán traté de aconsejarlo lo mejor posible y me alegra saber que todo ha sido para bien”.

Dos amigos convertidos en “enemigos íntimos” cuando saltan al parqué y que, como no podía ser de otro modo, van a jugarse algo más que un título sobre la pista: “En los años que llevamos conociéndonos siempre ha habido buena relación y la verdad es que Israel me ha ayudado mucho en el ámbito profesional. Pese a ello, hay cierto pique entre los dos, pero muy sano. Esto es una Final así que hemos quedado que, el que ganara, iba a comprarle unos buenos tacos al otro al llegar a México”.

Y, para que esto suceda, a Moisés le bastaría con poder ganar tan solo un partido más, un reto con el que sueña con cautela a estas horas: “Sería muy bonito el poder levantar el título con este grupo de personas, pero no me quiero adelantar en pensar en eso. Yo creo que si hacemos las cosas como hemos venido haciendo tenemos muchas probabilidades de poder llevarnos la serie, pero como te menciono estamos concentrados en hacer las cosas bien y ya veremos cómo sedan las cosas después”.

Todo para poder imponerse en un enfrentamiento seguido muy de cerca por el baloncesto mexicano desde una distancia en la que ambos siguen sintiendo el calor de su gente: “En estos días he notado mucho el apoyo de parte de México, me escriben por las redes preguntando sobre los partidos y por donde ver los juegos y también sé que la mayoría de los medios de comunicación en México están muy pendientes de la final por lo que esperamos hacerles disfrutar con el juego y que la pasen lo mejor posible”.

Israel Gutiérrez: “Lo conozco desde que era un chamaco y está siendo un placer compartir esta final”

Bien asesorado por su buen amigo, Israel llegó a España apenas unas semanas después para enrolarse en las filas de un Río Breogán con un ambicioso proyecto tras de sí.

Un equipo de lo más atractivo y con el que este pívot mexicano cumplía con el deseo de jugar en España después de haber gozado de diversas oportunidades a lo largo de su carrera: “Algunos años atrás había tenido la posibilidad de venir a España con diferentes ofertas tanto de LEB Plata como de LEB Oro, pero por diferentes circunstancias, ninguna de ellas llegó a concretarse. Cuando surgió la posibilidad de venir a Lugo me pareció una buena oportunidad y por el momento no me está defraudando ya que aquí me estoy encontrando con una experiencia muy positiva tanto a nivel personal como profesional. Ha sido todo un acierto”.

Todo ello pese a tener que adaptarse en tiempo récord a las exigencias de toda una locomotora en movimiento como era el Río Breogán a su llegada: “Lo cierto es que aquí me propusieron un rol que yo nunca había tenido ya que buscaban una nueva rotación interior. Decidí asumirlo con humildad y sabiendo que habría partidos en los que podría jugar un poco menos dado que el grupo llevaba junto desde el principio de la temporada y otros en los que iba a tener algo más de protagonismo. De momento estoy contento con cómo está saliendo todo y siempre dispuesto para ayudar en la pista y rendir cuando me necesiten para ayudar a levantar el título”.

Así sucedió el pasado sábado y así deberá suceder de nuevo el próximo jueves cuando su equipo dispute, con la mayor de las ilusiones, el segundo asalto por el título: “Yo veo al equipo muy mentalizado con todo lo que hay en juego. Desde el principio supimos que no iba a ser un camino sencillo y que en Granada nos íbamos a encontrar a un rival duro y que nos iba a forzar minutos malos. Sacaron ventaja de su casa, pero ahora tienen que venir acá, donde el apoyo de nuestra afición va a pesar mucho en el Pazo. Vamos a salir con mucha energía y pensando solo en poder ganar ese partido para que nos permita tener otra oportunidad en Granada. Nosotros nos vemos con posibilidades de remontar ese 1-0 y vamos a intentarlo de todos los modos posibles”.

Un choque repleto de alicientes y en el que se reencontrará de nuevo con un Moisés al que conoce realmente bien: “El mundo es muy grande, pero el baloncesto muy pequeño. Justo unos meses atrás compartimos vestuario en la LNBP y mira ahora, luchando el uno contra el otro por un título tan lejos de casa. Yo soy un poco más grande y lo conozco desde que era un chamaco pero el otro día fue un placer compartir unos segundos en pista en Granada e incluso llegar a emparejarnos en una jugada en la que tuve que defenderlo en un tiro de tres. Está siendo algo muy satisfactorio el tener que enfrentarlo en esta final y vernos tan seguido”.

Todo ello gracias al cobijo de una Liga LEB Oro que parece haber embaucado con sus encantos al center mexicano: “Personalmente siempre había seguido más la ACB o la Euroliga, pero desde que me llegaron algunas ofertas en años anteriores comencé a estar un poco más pendiente de la LEB Oro. Había investigado y me había gustado lo que veía, pero ahora he descubierto una competición en la que me gusta el baloncesto puro y organizado al que se juega. No hay tantos partidos como en México y eso te permite entrenar más, trabajar más el baloncesto colectivo y el ser más profundo a nivel táctico a la hora de trabajar sobre los rivales. En estos meses he mejorado, he fortalecido mi cuerpo y eso hace que toda esta experiencia esté mereciendo tanto la pena”.

Trayectoria deportiva – Moisés Andriassi: 

Formación: Texcoco – México
2019/20: Capitanes CDMX (LNBP – México)
2020/21: Astros de Jalisco (LNBP – México)
2020/21: Covirán Granada (LEB Oro)

Trayectoria deportiva – Israel Gutiérrez: 

Formación: Pachuca (México)
2014/15: Halcones Rojos Veracruz (LNBP – México)
2015/16: Caballeros de Culiacán (LNBP – México)
2015/16: Halcones Rojos Veracruz (LNBP – México)
2015/16: Club Atlético Boca Juniors (LNB – Argentina)
2016/17: Garzas de Plata de la UAEH (LNBP – México)
2016/17: Club Atlético Argentino (LNB – Argentina)
2017/18: Aguacateros de Michoacán (LNBP – México)
2017/18: Halcones de Ciudad Obregón (LNBP – México)
2018/19: Aguacateros de Michoacán (LNBP – México)
2019/20: Fuerza Regia de Monterrey (LNBP – México)
2020/21: Astros de Jalisco (LNBP – México)
2020/21: Río Breogán (LEB Oro)

Texto: Pablo Romero / Área de Comunicación FEB
Foto: @FundacionCBG