Por Daniel Mérida (@baloncestero)

El pívot mexicano sumó un nuevo título en su ya dilatada carrera profesional y lo hizo con un rol clave en este campeonato conseguido por Capitanes de Arecibo. Sus números quizás no fueron llamativos pero su importancia en la cancha fue capital.

El pívot mexicano sumó un nuevo título en su ya dilatada carrera profesional y lo hizo con un rol clave en este campeonato conseguido por Capitanes de Arecibo. Sus números quizás no fueron llamativos pero su importancia en la cancha fue capital.

Gustavo Ayón formó una dupla tremenda de internos junto a Chinemelu Elonu y el mexicano tuvo un rol de cortinar, pelear rebotes y defender la pintura, pero también desde fuera ayudando con su experiencia en la construcción de química del equipo.

El Titán de Nayarit terminó con promedios de 8.8 puntos, 10.2 rebotes, 4.3 asistencias, 1.2 robos y 0.9 tapones en los 25 partidos que disputó bajo la dirección de Pachy Cruz, haciendo una labor enorme en eso que llamamos intangibles a la hora de liberar a Walter Hodge y Víctor Liz.

«Muy contento por lo que se ha logrado, por el club, por la afición, por los nuevos dueños, por mis compañeros y por toda mi gente de México que me estuvo siguiendo. La verdad que agradecido con todos ellos y contento por haber logrado el objetivo, a lo que vine», explicaba Ayón tras el partido en declaraciones a El Nuevo Día. «Ganar títulos ha sido una bendición de la vida, una bendición de mi carrera. Una vez más aquí estamos levantando una copa, siendo campeón, en un país que, a lo mejor, nunca pensé venir pero que las situaciones me trajeron aquí y lo disfruté muchísimo. Me voy muy contento y agradecido con toda la gente»

Este título en Puerto Rico supone el cuarto país donde el mexicano consigue salir campeón de Liga tras los dos títulos con Halcones de Xalapa en México, el conseguido con Marinos de Anzoátegui en Venezuela o los cuatro que levantó con el Real Madrid de Pablo Laso: