🇻🇪 JUGAR CON MÁS IMPORTADOS NO GARANTIZA NI MÁS NIVEL NI MÁS ESPECTÁCULO

Por Daniel Mérida (@baloncestero)

El número máximo de importados por equipo es un tema de debate ya clásico en las semanas previas al inicio de cada temporada desde que la Superliga y la SPB son el máximo torneo del baloncesto venezolano. Siempre se justifica un número alto de importados porque se supone que suben el nivel y garantizar el espectáculo del torneo, pero no siempre es así.

El número máximo de importados por equipo es un tema de debate ya clásico en las semanas previas al inicio de cada temporada desde que la Superliga y la SPB son el máximo torneo del baloncesto venezolano. Siempre se justifica un número alto de importados porque se supone que suben el nivel y garantizan el espectáculo del torneo, pero no siempre es así.

Todos los importados no suben el nivel de los equipos. Es evidente que las diferencias de presupuesto entre los equipos participantes hacen que los importados a los que tengan acceso sean de un talento y potencial distinto, aunque un importado de un salario alto o de 500 partidos de experiencia en la NBA tampoco te garantiza un rendimiento inmediato en la cancha.

Dos claros ejemplos de la pasada temporada son Ty Lawson y Tyreke Evans, que llegaron con un tremendo resumé a la SPB y estuvieron lejos de las expectativas, especialmente en el caso del que vino con Gaiteros y al que ya se le conocían diferentes incidentes extradeportivos en los últimos años. Sin embargo, un jugador como el dominicano Yerri Flores siempre ha garantizado puntos cada vez que ha venido al baloncesto venezolano y no ha tenido grandes rendimientos más allá de lo que también hizo en su país.

En el lado opuesto, están los equipos que apuesta por importados sin apenas currículum ni experiencia profesional y que claramente no se puede decir que eleven el nivel. En esta temporada, éste el caso de Héroes de Falcón, que en las últimas horas cerró su nómina de importados a falta de que la SPB confirme oficialmente que vayan a ser cinco importados los que se permitan esta temporada.

Montrell McRae completa la lista de refuerzos que ya tenía a Andre NationNigel HawkinsZep Jasper y Flo Thamba confirmados días atrás. Ninguno de ellos tiene un gran currículum ni un gran último paso por un equipo ni incluso unos buenos números en alguno de los equipos por los que pasó. ¿Cuál es entonces su mérito para firmar como importado? ¿No sería más lógico darle la oportunidad por un jugador venezolano aunque tampoco tenga gran experiencia al primer nivel? ¿Son estos importados más baratos que un jugador criollo de similar nivel?

Flo Thamba

Yo entiendo que se pueda dar la oportunidad a un jugador que ha promediado 20 puntos en una liga de menor nivel y se pretenda que replique esos números en la SPB. ¿Qué puede aportar un importado de 30 años con 18 juegos como profesional? ¿Qué se puede esperar de un jugador del que no aparece ningún tipo de referencia en YouTube? ¿Firmarías a un jugador sin experiencia profesional y que no ha promediando ni 3 puntos por partidos en cinco temporadas de su etapa universitaria? Estas son características de alguno de estos importados mencionados y las respuestas a estas preguntas plantearían muchos (demasiados) interrogantes.

Dicho esto, no es un crítica abierta a Héroes de Falcón, es simplemente una reflexión en voz alta sobre las características del torneo. Dejemos de hablar de los cinco importados por equipo y vayamos a analizar la situación del lado opuesto.

¿Hay suficientes jugadores nacionales si se reduce el número de importados? Siempre se habla de que la SPB es una liga profesional y no está pensada para el desarrollo de jugadores jóvenes. Hasta ahí, estamos de acuerdo. Si vemos la SPB con el primer nivel de la pirámide del baloncesto venezolano, entendemos que se tienen que sustentar sobre los niveles de abajo y que estos sean los que se desarrollen a los jugadores. Esos niveles inferiores a la cima debe empezar por los torneos de categorías menores y lo que arrancó con la primera temporada de la Superliga Nacional. Hasta ahí, creo que seguimos de acuerdo.

A día de hoy tenemos 18 equipos actualmente en el torneo, aunque han sido 20 en temporadas anteriores. Si son cinco importados, nos restan siete jugadores nacionales por equipo para un plantel de 12 jugadores y esto totalizaría 140 jugadores venezolanos profesionales. ¿Hay 140 jugadores venezolanos con experiencia para cubrir estas plazas? Si quitamos a los grandes veteranos y los jóvenes con escasos minutos, no está claro que podamos llegar a esa cifra.

Si reducimos nuestras pretensiones y hablamos de cinco importados, un veterano y un jugador joven por equipo, hablaríamos de cinco fichas para completar con jugadores nacionales de experiencia, lo que serían 100 jugadores criollos de estas características para completar las fichas de los 20 equipos. Está claro que esta cantidad tampoco es alcanzable a día de hoy y de la SPB no tiene culpa, ya que diferentes cuestiones han hecho que los torneos de categorías menores y el desarrollo de jugadores no haya estado a la altura de lo deseable en los últimos años.

Ni la Serie A ni la LED1 pudieron tener continuidad con los cambios de mano en la FVB, hubo un aspecto positivo con los torneos puros criollos de las primeras ediciones de la Superliga y la reciente disputa de la Superliga Nacional supuso un primer paso para paliar este déficit, pero está claro que el talento joven no está muy presente en el primer nivel del baloncesto venezolano y ya no hablemos de referentes para asumir el relevo generacional de la selección vinotinto.

El equipo blanco de la FVB (Foto: Comunicaciones FVB)

¿Reducir el número de equipos puede ser una solución? Podría ser una solución más que válida a día de hoy, aunque lo mismo dentro de unos años hay suficientes jugadores nacionales si se da continuidad a los torneos de categorías menores y a un torneo puros criollos. Lo que no es de recibo es un torneo con 18-20 equipos y más para una liga corta como está siendo la SPB.

Si miramos torneos cortos de otros países del continente, no hay ninguno que tenga esta cantidad de equipos. El que más se acerca es la LNBP de México con 14 equipos, mientras que otros como el BSN de Puerto Rico tendrán 12 equipos en este próximo torneo, Colombia viene contado con entre 10-12 equipos y la Superliga LNB de República Dominicana cuenta con una cantidad fija de 8 equipos desde hace ya muchos años. Para irnos a una cantidad similar de equipos, hay que irnos a torneos largos como Argentina, Brasil, Uruguay o Chile, que arrancan en torneo a septiembre y octubre y suelen irse hasta marzo o abril.

Muchas opciones, pero es cuestión de probar. Cada persona y cada aficionado al baloncesto puede tener una versión distinta de cómo mejorar cualquier torneo y en este caso la SPB. Una conclusión clarificadora de este análisis es que una liga privada como la SPB tiene que trabajar en conjunto con la FVB y la FVB tiene que coordinarse con la SPB para buscar sinergias entre ambas. Se necesita planificación a largo plazo, dar continuidad a los proyectos y no cambiar las reglas del juego a cada semana (véase el número de importados) para que de esta forma todos los actores y protagonistas puedan ir de la mano para buscar el objetivo común de un rendimiento óptimo para el baloncesto venezolano.

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