🇻🇪 PENSAR EN LA AMERICUP O CONSTRUIR A FUTURO: LA DURA DICOTOMÍA DEL BALONCESTO VENEZOLANO

Por Daniel Mérida (@baloncestero)

Las dos derrotas acumuladas en esta segunda ventana por el combinado vinotinto han complicado las opciones de clasificación para la AmeriCup y ha generado un sinfín de comentarios desde la fanaticada vinculada al deporte de la pelota naranja. Desde Cancha Latina, hemos reflexionado y compartimos unas líneas de análisis sobre lo que hemos visto, lo que se puede esperar en el futuro más cercano y los cambios que se pueden realizar para mejorar el proceso.

Las dos derrotas acumuladas en esta segunda ventana por el combinado vinotinto han complicado las opciones de clasificación para la AmeriCup y ha generado un sinfín de comentarios desde la fanaticada vinculada al deporte de la pelota naranja. Desde Cancha Latina, hemos reflexionado y compartimos unas líneas de análisis sobre lo que hemos visto, lo que se puede esperar en el futuro más cercano y los cambios que se pueden realizar para mejorar el proceso.

Un cambio en el banquillo. Son muchas las voces que piden un cambio en la dirección técnica con una posible salida de Daniel Seoane. Sin embargo, no parece lógico un cambio a estas alturas del torneo clasificatorio y especialmente sin tener claro quien podría ser su sustituto. Quien ostente el cargo de seleccionador debe ser una apuesta a largo plazo debido al proceso de transición generacional que se está viviendo en el combinado nacional.

Mirando a un entrenador venezolano, la elección de Daniel Seoane parecía adecuada, debido especialmente a su experiencia internacional, aunque su resumen como head coach apenas tiene como éxito el ascenso a la Winner League israelí con Maccabi Haifa, mientras que como asistente y scouting acumula una gran variedad de éxitos.

Otros candidatos nacionales. El nombre más resonante es sin duda el de Carl Herrera, por lo que significa y la jerarquía y respeto que tendría en los jugadores, aunque su experiencia en los banquillos no cuenta con éxitos ni títulos. Por resonancia, quizás Greivis Vasquez podría considerarse, pero todavía no dirigió al primer nivel y aún resuena el poco éxito de sus recientes acercamientos al baloncesto.

Ronald Guillén también podría ser considerado, aunque su mayor recorrido es como asistente. En la diversidad de nombres más que experimentados tenemos a Néstor «Mamaosa» Salazar, alguno de gran rendimiento y no tan mediático como Iván García , también podemos incluir a entrenadores de gran progresión como Alexis Cedres o Yonaicker Ecker, aunque quizás sean balas en la recámara para un futuro donde estén más asentados, sigan creciendo e incluso puedan sumar alguna experiencia internacional.

Nombres como Jesus Cordovez, Alfredo Madrid, Gustavo García o Jorge Arrieta, que quizás no cuadran para ser el head coach, pero que podría considerarse como asistentes tanto para el actual coach como para un futuro seleccionador.

La inversión en un entrenador extranjero. Elegir alguien que no sea venezolano podría ser otra opción, siempre que sean entrenadores que conozcan bien el baloncesto venezolano y hayan dirigido en la LPB, la Superliga o la SPB. Son muchos los entrenadores extranjeros que han llegado en los últimos años al circuito rentado venezolano, generado malestar entre algunos entrenadores nacionales que suelen manifestar habitualmente off-the-record.

Entre los nombres internacionales, hay un largo listado a considerar de mayor o menor currículum. En este listado, se nos ocurrieron nombres como los españoles Curro Segura, Fernando Calero o Edu Torres, los argentinos Nico Casalánguida, Guillermo Narvarte, Pablo Favarel o Guillermo Vecchio o el dominicano Melvyn López. Descartamos a Gonzalo García y Luis Guil, que forman parte de las selecciones de Panamá y España respectivamente, y nombres de elevado caché como Sergio Hernández, que quizás no estén al alcance de la FVB.

La paciencia, creer en el proceso y dejar trabajar a largo plazo. Independientemente que sea Daniel Seoane o un nombre nuevo quien dirija a la selección en la tercera y última ventana, cualquier proyecto nuevo y más con un recambio generacional de por medio exige pensar y hacer balance a largo plazo y no pensar en el bendito cortoplacismo que arruina tantas expectativas. Casos como el de David Rosario en el baloncesto masculino de Nicaragua o Ray Santana en el baloncesto femenino de El Salvador han sido exitosos en países de menor nivel que Venezuela y podrían ser modelos exportables en lo que a paciencia se refiere.

En ese sentido, ya se ha iniciado un camino hacia el relevo generacional con la inclusión de muchas caras nuevas en la última convocatoria y la ausencia de figuras veteranas como Heissler Guillent, David Cubillán, Gregory Vargas, Miguel Ruiz o Windi Graterol. Está claro que alguno de ellos volverá para buscar la clasificación en la próxima ventana, pero sería un error volver a apostar en traer a todos y dejar fuera a la savia nueva que está empezando a tomar experiencia internacional y que aún día deberían ser los referentes del equipo nacional.

Pagar el precio de perderse una AmeriCup por dar el relevo a los más jóvenes y no exprimir hasta la última gota de talento de la generación saliente puede ser un win-win a largo plazo. Vivir varios años entre derrotas para regresar más fuertes al primer nivel puede ser lo que venga en los próximos tiempos para el combinado venezolano y tanto dirigentes, jugadores como fanáticos tiene que asumir que hay una alta probabilidad de que eso suceda.

Un comentario

  1. Hay que considerar un entrenador extranjero exitoso en la LPB y su nombre es: Iván Dennis. Aunque con Seoane deberíamos continuar. Hay es que tener una Superliga donde incluya mas a los criollos juveniles.

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