Por Henry Morales (@henrysoyyo95)
Dicen que no hay que creer en lo que te cuenten y para corroborar las cosas buenas tienes que verlas con tu propios ojos. En la mañana de este de abril tuve la oportunidad de presenciar un entrenamiento del joven preparador físico de Lisuán García con a los que muchos llaman, las dos nuevas joyas del baloncesto cubano, Marcos Chacón y Marlon Díaz. Hoy les compartiré mi experiencia con estos muchachos en dos partes y mis consideraciones sobre ambos.
Dicen que no hay que creer en lo que te cuenten y para corroborar las cosas buenas tienes que verlas con tu propios ojos. En la mañana de este de abril tuve la oportunidad de presenciar un entrenamiento del joven preparador físico de Lisuán García con a los que muchos llaman, las dos nuevas joyas del baloncesto cubano, Marcos Chacón y Marlon Díaz. Hoy les compartiré mi experiencia con estos muchachos en dos partes y mis consideraciones sobre ambos.
Quizás el nombre de Marlon es ya conocido para algunos de los entendidos en la materia. El muchacho tuvo una experiencia sub23 en Argentina con el club Unión Colón y en el que a pesar de no durar mucho tiempo por temas ajenos a su rendimiento, impresionó muchísimo a varios scouts. Hacía tiempo no le veía y con la pausa que provocó la covid 19 confieso que estaba escéptico sobre su nivel actual, pero para mi sorpresa continúa siendo un jugador impresionante.
Marlon es un cuatro de extremidades largas, pero bajito para su posición(Ala Pivot). Con apenas 2.02m cede mucho en altura contra sus pares, pero lleva un punto a su favor y es su físico. Los centímetros que le debe a la posición los recupera con sus enormes brazos, además de esto Marlon tiene una masa muscular de respeto y muy trabajada que en mi opinión, tan solo debe tonificar. También en el aspecto físico me gustaría reseñar lo rápido que va de cancha a cancha, pues lo veo capaz de dejar con la lengua afuera a su más cercano perseguidor.

En cuanto su baloncesto, pues la verdad ha mejorado mucho. Desde la media y haciendo jumper se nota seguro y prácticamente tira al seguro. Su manejo del balón de frente y de espaldas al aro es lo que más le he visto progresar. Pero, resaltaría esa evolución en el drible dentro de espacios reducidos y sobre todo su imaginación de espaldas al tablero, muy resolutiva. También veo que ha trabajado mucho su tiro desde la larga y aunque desde las esquinas aun me queda a deber, desde las diagonales se muestra confiado y bastante efectivo.
Relevante, su capacidad de defender tanto afuera como adentro y a hombres muchísimo más rápidos u altos en dependencia del caso. Sabe cuando darle espacio a una marca, posicionarse de cara al rebote, ganarle por colocación la ventaja al jugador con balón.
Marlon parece siempre estar con las revoluciones más altas que todos mientras entrena o está en jugo. Eso sí, a mi modo de ver debe aprender a dosificarse durante su juego, puesto que sacar partido de su físico le puede pasar factura. Aún debe perfeccionar sus elementos técnicos, pero recursos ha ganado y como le dijo su entrenador Lisuan García, ¨un grande con cosas (haciendo referencia a los recursos) lo quiere todo el mundo¨. En fin, una joyita que tan solo necesita pulirse.