Por Daniel Mérida (@baloncestero)
Nacido en 1962 en Las Palmas, Manolo Hussein inició su carrera como entrenador las categorías inferiores del Gran Canaria hasta que dio el salto al primer equipo de forma puntual en la temporada 1991-92 y más tarde en la 1995-96 para entrenar al equipo amarillo durante siete temporadas. Cáceres, Cantabria Lobos y tres años y medio en Murcia, donde llegó sustituyendo al gran Manel Comás, fueron las siguientes experiencias de Hussein en los banquillos españoles hasta que en verano de 2010 llegó al ambicioso proyecto del Power Electronics Valencia, donde jugaban Dusko Savanovic, James Augustine, Omar Cook, Rafa Martínez, Robertas Javtokas o Nando de Colo. La temporada no arrancó bien aquel año para el equipo taronja y el primero en pagar los platos fue el entrenador y Manolo Hussein dejó su puesto primero a Chechu Mulero y más tarde a Svetislav Pesic en lo que sería un gran año para Valencia Basket. Desde aquel 2010 no hemos vuelto a ver a Manolo Hussein en un banquillo y teníamos ganas de hablar con él y que nos cuente qué ha sido de él desde que no lo vemos en primera línea de batalla.
Nacido en 1962 en Las Palmas, Manolo Hussein inició su carrera como entrenador las categorías inferiores del Gran Canaria hasta que dio el salto al primer equipo de forma puntual en la temporada 1991-92 y más tarde en la 1995-96 para entrenar al equipo amarillo durante siete temporadas. Cáceres, Cantabria Lobos y tres años y medio en Murcia, donde llegó sustituyendo al gran Manel Comás, fueron las siguientes experiencias de Hussein en los banquillos españoles hasta que en verano de 2010 llegó al ambicioso proyecto del Power Electronics Valencia, donde jugaban Dusko Savanovic, James Augustine, Omar Cook, Rafa Martínez, Robertas Javtokas o Nando de Colo. La temporada no arrancó bien aquel año para el equipo taronja y el primero en pagar los platos fue el entrenador y Manolo Hussein dejó su puesto primero a Chechu Mulero y más tarde a Svetislav Pesic en lo que sería un gran año para Valencia Basket. Desde aquel 2010 no hemos vuelto a ver a Manolo Hussein en un banquillo y teníamos ganas de hablar con él y que nos cuente qué ha sido de él desde que no lo vemos en primera línea de batalla.
“Estoy un poco como en las trincheras. Indudablemente sigo siendo un entrenador en activo, un entrenador con la pasión y las ganas por volver a entrenar y por tener un proyecto interesante en mis manos. Aunque durante este tiempo he tenido diversas opciones, no se ha podido concretar, en ocasiones porque el proyecto no era lo que yo buscaba o no era lo interesante como para motivarme a dar el paso de entrenar fuera de España, que es una de las prioridades para los que actualmente no estamos entrenando. Es una prioridad porque sabemos que el mercado en España está bastante limitado y cerrado para nosotros”
El listado de entrenadores españoles en el exterior es ya considerable. Si nos vamos por Europa, tenemos o hemos tenido recientemente entrenadores en Hungría, Dinamarca, Inglaterra, Kosovo o Grecia, el caso de Natxo Lezcano con la selección de Costa de Marfil, las andanzas de Piti Hurtado, Trifón Poch y Curro Segura por China y Japón o los casos de Paco Olmos, Gustavo Aranzana o Sergio Valdeomillos por Latinoamérica. En este último caso, los entrenadores que han ido a Latinoamérica han tenido éxito, se les ha reconocido mucho su trabajo ycoinciden en que están muy contentos con su experiencia fuera de España.
“Lo que tengo absolutamente claro es que el entrenador español es muy capacitado. Nunca he tenido la más mínima duda de ello. El ejemplo más claro es que si ésta es la mejor liga del mundo después de la NBA, indudablemente algo tendrán que ver sus entrenadores. La capacidad a nivel de conocimientos y la credibilidad del entrenador español la pongo absolutamente fuera de cualquier duda”
“Nuestro camino ahora mismo es estar con la mente abierta, teniendo claro que hay otros mercados donde uno puede seguir desarrollando su trabajo, su profesión y su pasión de la misma manera. Lo que hay que hacer es esperar ese proyecto que te ilusione y te haga dar ese paso. Sé de compañeros que les va muy bien y son entrenadores que su trabajo tiene efecto nada más llegar allí. Son entrenadores muy considerados, mucha experiencia y mucha bagaje en la liga ACB y eso se nota a la hora de llegar a estos sitios”.
Otro de los apuntes en los que coinciden los entrenadores españoles que han salido al extranjero es que el entrenador español cumple el mismo perfil que hace diez o quince años había con el entrenador serbio fuera de sus fronteras, aunque hablemos de diferentes condiciones y circunstancias. “El entrenador español es rentable, porque donde va obtiene rendimiento. Lo que buscan los clubes en cualquier lugar del mundo es un entrenador que obtenga rendimiento, aparte de un entrenador que sea capaz de adaptarse a las maneras, la filosofía, las estructuras del sitio donde va. La mayoría de los entrenadores españoles estamos acostumbrados a eso y por eso lo más dificil hasta hace quince años era dar ese salto, porque estábamos muy cómodos y la oferta era suficientemente amplia para que todos pudiésemos tener cabida y pudiésemos estar en una rotación. Ha llegado el momento en que somos tantos y los equipos cada vez son menos, además esa rotación se reduce porque cuando estás un par de temporadas sin entrenar, parece que ya no cuentas y parece que el baloncesto se olvida de ti, independientemente de que seas un profesional que lleva veinte años entrenando y que tengas un montón de trabajo detrás de ti bien hecho. Tener la mente abierta a otros mercados es la forma más elevada de cordura de vivir este momento en que ahora mismo estamos”
Hablar de Manolo Hussein es hablar en primera instancia de su gran trabajo en Gran Canaria y se olvida muy pronto sus tres años y medio en el CB Murcia, consiguiendo un ascenso, ganando una Copa del Príncipe y quizás poniendo las primeras piedras de un equipo sólido como es hoy en día UCAM Murcia. ¿Fue el año del ascenso con Murcia el mejor momento de la carrera de Manolo Hussein?
“No sé, tampoco me he puesto nunca a analizar. Creo que donde he estado, siempre he mirado las cosas con una doble perspectiva: el aspecto que tenía cuando llegué y el aspecto que tenía cuando yo me iba. En ese sentido, siempre he terminado con una gran satisfacción, porque normalmente los sitios donde he estado salvo alguna excepción, he llegado con el club en una posición concreta y cuando el ciclo se ha acabado el club estaba en otra posición y había mejorado y evolucionado. Para mí, es lo que define y me llena como entrenador””Mi época en Gran Canaria fue una etapa muy bonita, porque es el club de mi tierra, pero en Murcia también lo fue, porque era un equipo en LEB y pudimos ganar la Copa del Príncipe, ascendimos y fuimos capaces de mantener la categoría durante algunos años. Esto para alguna gente a lo mejor no tiene valor, pero para un equipo que había ascendido y descendido un año sí y otro también, el tener estabilidad ya es un gran paso y un gran valor añadido. Ese tipo de cosas es la que a mí como entrenador me llenan. Después hay casos donde vas y es difícil encontrar el equilibrio entre la exigencia y la comprensión y al mes de estar allí no te dan la opción de ver si tu trabajo es válido o no. Casos como esos nos pasan a la mayoría de los entrenadores”
Manolo Hussein nos hacía una clara referencia a su paso por aquel Power Electronics Valencia de la temporada 2010-11. La opinión del que escribe es que aquel fue un equipo que no acabó de terminar pero que no tuvo la paciencia necesaria de la directiva para hacerlo. “Lo primero que ocurrió en aquel momento es que se hizo una plantilla muy competitiva, como posteriormente se demostró, pero de aquellos 12 jugadores, creo que siete jugadores llegaron directamente del Europeo y muchos de ellos vinieron lesionados como James Augustine o el americano (en referencia a Jeremy Richardson), con el que no pude contar en el tiempo que estuve allí. Javtokas llegó de jugar ocho partidos infiltrado en el Europeo y prácticamente tampoco pude contar con él, Nando de Colo también estaba lesionado, es decir, hubo un momento en que de los doce jugadores, hubo 4 o 5 jugadores importantes con los que yo no pude contar porque habían venido lesionados y había que dejar que se recuperaran”
“Además, también contribuyó que teníamos un calendario muy duro tanto en Euroliga como Liga: empezamos con Barcelona, Madrid, Taugrés y en Euroliga con Panathinaikos, un equipo turco… Teníamos un calendario muy duro y desde la directiva se me comentó que controlaban perfectamente las circunstancias y en mes y medio o dos meses las cosas cambiarían. El problema viene cuando dicen eso y luego no te dan ese margen. Por ahí, más que un fracaso o en mi gestión, creo que no se tuvo el suficiente equilibrio mental entre la exigencia que se le podía dar al equipo y la compresión de la realidad del equipo en aquel momento. El hecho es que un mes más tarde el equipo con todos sus jugadores empezó a funcionar. Hay veces que a unos les dan ese margen y a otros no nos dan ese margen y eso fue lo que ocurrió realmente”
Volviendo al tema del Murcia, supongo que ver al Murcia en la parte alta de la clasificación, te sacará una sonrisa. “Indudablemente te alegras. Uno va sembrando y luego todo evoluciona y se siembra en función de lo que se recoge. Para mí, en el deporte es evidente. El club es ahora mismo un club que ya tiene más experiencia en la Liga, es un club que ya tiene de un nivel medio-alto en la condición económica que tiene la actual Liga, pero esa evolución ha tenido que pasar previamente por un ascenso, una consolidación y un paso a paso”
“No se suele valorar el hecho de ser un equipo que consiga año tras año su objetivo, aunque éste sea el de la permanencia, hasta que llega un momento determinado en que reúnes un grupo de jugadores que cuaja y es capaz de dar ese salto que puede valer o no puede valer este año, porque llevamos pocas jornadas y es muy pronto para hablar de equipo revelación y de objetivos. Lógicamente, lo que hay que hacer es dar tiempo, siempre digo lo mismo. Yo he visto equipos que han jugado la Copa del Rey y luego han estado a punto de descender o han descendido. Esto no es cómo empieza sino cómo acaba“
Ya no como entrenador si no como persona nacido en Gran Canaria, ha habido dos momentos en el transcurso del 2014 donde todo lo relacionado con el baloncesto canario ha estado en primera plana y por razones muy diferentes: una es la polémica salida de Pedro Martínez del equipo y la otra es el paso del Mundial por el Gran Canaria Arena.
“He estado este verano por allí y para Gran Canaria ha sido la culminación del trabajo de muchos años: desde el momento en que ascendimos hasta lo que se ha convertido hoy día el equipo y el club. Ahora mismo es un equipo absolutamente consolidado en la competición y una alternativa al poder establecido de determinados equipos que se consideran grandes”
“Que los canarios hayamos tenido la posibilidad, la capacidad, los medios y la infraestructura para poder llevar una fase final de un Campeonato del Mundo, a mí me enorgullece pero también habla muy bien de la capacidad de gestión”
“Las decisiones que ha tomado el club este verano son decisiones que nadie puede entrar a valorar porque son decisiones muy personales y muy puntuales y es muy díficil tener todos los elementos para juzgar. Lo único que yo puedo decir es que yo tengo una buena relación con Pedro y el trabajo que hizo Pedro (Martínez) en Gran Canaria me parece gigantesco e inaccesible. Lo que hizo él en esas condiciones y con ese equipo es algo memorable. Eso habla mucho de su calidad y de su capacidad como entrenador y su capacidad como gestor de grupo, porque muchas veces en las limitaciones es donde más tiene que entrar en juego la capacidad del entrenador para gestionar y encubrir esas limitaciones. Está claro que todos tenemos nuestros defectos, pero el problema es que los usemos. Yo creo que en ese aspecto Pedro fue un maestro y le tengo un gran respeto y admiración por ello. Pedro le sacó un rendimiento impresionante al equipo… y ojalá Aíto pueda hacer lo mismo”
El inicio de temporada del equipo pío-pío no ha sido el esperado. Cambios en el equipo, nuevo entrenador y un calendario complicado han hecho que el equipo esté en la zona media-baja de la Liga Endesa, un escenario similar al que Manolo Hussein se encontró en Valencia, pero las reacciones y decisiones desde el equipo no están siendo las mismas.
“Gran Canaria se ha caracterizado por un equipo que tanto los jugadores como los entrenadores que van allí trabajan a gusto, porque todo el mundo allí es consciente del tempo de las cosas. Indudablemente, y no como me pasó a mí en Valencia, ellos saben cómo es el calendario y saben dónde quieren llegar, saben que hay momentos de la temporada donde hay que apretar los dientes porque te vienen dadas de esa manera y habrá otros momentos donde ese trabajo saldrá a relucir. A mí no me cabe ninguna duda de que el equipo al final lo acabará haciendo bien, porque tiene un buen entrenador y un buen equipo y porque tiene detrás un afición importante. Es pronto todavía, vamos a ver qué pasa. La gente se precipita en hacer juicios de valor. Los equipos necesitan un tiempo para que se haga, porque juntar un grupo de jugadores no es un equipo, es un grupo de individualidades. La misión del entrenador es intentar plasmar una idea de unidad dentro de la diversidad de jugadores que tiene. Eso es cuestión de tiempo, no de apretar un botón y ya está. Hay una frase por ahí que dice es que ‘si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje’ y esto es así: hay que escalar la montaña para disfrutar luego de lo que venga”
Si hablamos con un entrenador, es imposible no preguntar por la norma que define como incompatibles el banquillo de un equipo de la Liga Endesa con el banquillo de la Selección española. “Es una norma que está totalmente fuera de lugar. Cualquier entrenador debería poder tener la posibilidad de entrenar a la Selección, ¿por qué no? Lo que no veo es dónde está el problema. Además, lo que ha pasado en el pasado es que muy en el límite de la legalidad eso se ha hecho. Hay entrenadores que han entrenado con una Selección y que cuando terminaron ya se iba para otro equipo. Lo que pasa es que en ese momento se ha hecho la vista gorda y no ha pasado nada, pero es que no tiene mucho sentido. No entiendo por qué hay que delimitar esa función a un entrenador que en ese momento no esté activo. No veo que eso sea incompatible“
Hablando de la Selección española, pasamos por un tema que también ha estado de moda en los últimos meses después del mal resultado del equipo nacional en la pasada Copa del Mundo. Con muchos jugadores en la recta final de sus carreras, le preguntamos a Manolo Hussein si ve mimbres en el baloncesto español para continuar los éxitos de esta generación. “No lo tengo tan claro. Se ve que en las categorías inferiores están surgiendo jugadores y que en categorías inferiores dominamos o somos de los equipos punteros el panorama europeo, pero no hay que engañarse. Está claro que algunos de los jugadores que tenemos en la Selección por condiciones físicas, atléticas, técnicas y mentales, va a pasar mucho tiempo hasta que volvamos a tener jugadores así. Es algo normal y que pasa en todos los países del mundo”
”Seguiremos teniendo buenos jugadores y buenos equipos para poder competir, pero para estar en el escalón en que hemos estado en los diez últimos años, creo que a lo mejor no y habrá que pensar en pasar un tiempo en un segundo o tercer escalón del mundo y será lo más normal del mundo y nadie tendrá que rasgarse las vestiduras”
Una vez concluida la entrevista, le deseamos mucha suerte a Manolo Hussein y que la próxima vez que hablemos con él sea para que nos cuente cómo le han ido los primeros días en un nuevo proyecto deportivo.
CANCHA LATINA 