Por Daniel Mérida (@baloncestero)
Siempre es buen momento para hablar sobre historias y anécdotas de los jugadores latinoamericanos. El encargado de protagonizar la que traremos hoy es nada más y nada menos que un referente latino de los últimos años como Manu Ginobili.
Siempre es buen momento para hablar sobre historias y anécdotas de los jugadores latinoamericanos. El encargado de protagonizar la que traremos hoy es nada más y nada menos que un referente latino de los últimos años como Manu Ginobili.

Esta historia la destapó el periodista Javier Ortiz en 2007 cuando Ginobili era jugador de Andino de la Rioja y ya empezaba a despuntar con apenas 17 años. Era una época habitual de llegada de argentinos al baloncesto español y quizás Manu sea uno de los pocos de la Generación Dorada que no pasó por la ACB.
Fue Óscar «Huevo» Sánchez quien lo ofrecería a Manolo Flores, en aquel entonces entrenador del equipo extremeño. Todo estaba cerrado para el fichaje, salvo el viaje a Argentina para ver al jugador en directo, un viaje que se aplazó por un problema de fechas y finalmente nunca se hizo. «
Me llamó y me dijo que tenía a un jugador increíblemente bueno y muy joven que quería dar el salto. Con el tiempo lo piensas y fue una lástima, pero en este mundillo a veces pasan cosas así», explicaba el propio Manolo Flores en unas declaraciones al Periódico de Extremadura.
Poco después, Manu dio el salto a Estudiantes de Bahía Blanca, dos años después emigró a Reggio Calabria y en 2002 a la NBA para jugar 16 temporadas con San Antonio Spurs. No fue con el bahiense pero Cáceres sí que ha tenido a varios argentinos desde entonces como Diego Guaita o Ricardo Busciglio y otros extranjeros que pasaron por el baloncesto argentino como Ryan Humphrey, Javier Carter, Leon Williams o Duane James.
