Por Jorge Herrera (@jorgeherreran_)

El arranque para Soles de Mexicali no podría ser peor. Durante la preparación de la temporada recién iniciada, los cachanillas tuvieron que formar un equipo cercanamente nuevo y, desde antes de poder pisar alguna duela, el equipo sufrió dos bajas clave, las de Lorenzo Mata por retiro y en su importado Kelsey Barlow por dar positivo en la prueba de COVID-19. Eso retraso todas las actividades de pretemporada y poco se pudo hacer para enfrentar la serie ante Panteras de Aguascalientes, de la cual salió lesionado el ex Villanova Jayvaughn Pinkston.

El arranque para Soles de Mexicali no podría ser peor. Durante la preparación de la temporada recién iniciada, los cachanillas tuvieron que formar un equipo cercanamente nuevo y, desde antes de poder pisar alguna duela, el equipo sufrió dos bajas clave, las de Lorenzo Mata por retiro y en su importado Kelsey Barlow por dar positivo en la prueba de COVID-19. Eso retraso todas las actividades de pretemporada y poco se pudo hacer para enfrentar la serie ante Panteras de Aguascalientes, de la cual salió lesionado el ex Villanova Jayvaughn Pinkston.

El estadounidense había comenzado con actitud de canastero el año, pero una lesión en el gemelo izquierdo terminó por orillarlo del partido y se esperó su evaluación para los próximos días. Desafortunadamente, después de haber perdido el par de desafíos ante los hidrocálidos, el club comunicó que Pinkston no seguiría con ellos debido a lo corto del circuito y que el daño para el jugador lo mantendría alejado de las canchas por meses.

De esta manera, el staff ya tenía preparado a su siguiente recambio y unirá a sus filas a otro norteamericano en la carta de Shonn Miller.

El delantero jugó cuatro años para Cornell, pero una lesión no le permitió jugar su tercer ciclo, por lo que tuvo una oportunidad de elegibilidad para una quinta temporada fuera de la Ivy League con los Connecticut Huskies. Bajo las órdenes de Kevin Ollie, el ya reconocido a Mejor Novato del Año y dos veces integrante del Mejor Equipo de la Ivy League culminó su carrera colegial con 12.2 puntos por partido y más de 5 rebotes. Así, su sueño a la NBA siguió vivo por un momento al ser reclutado para la NBA G-League.

En esta competición de desarrolló estuvo por tres años y fue parte de las quintetas de Greensboro Swarm y los Salt Lake City Stars por un periodo de tres años. Para su última temporada decidió tomar un camino distinto y probó las luces de Europa para jugar en Portugal con el Oliveirense. Ahí participó y titularizó 22 juegos para números de 12.2 unidades, 6.5 tablas, 1.3 asistencias y 1.4 recuperaciones.

Miller reportará el lunes con la organización de cara a la próxima serie en contra de Libertadores y se someterá a las pruebas médicas necesarias y de COVID antes de poder integrarse por completo a los entrenamientos.