Por Jorge Herrera (@jorgeherreran_)
En Capitanes de la Ciudad de México se habla español. Así fue como Patricio Garza repitió lo que alguna vez se dijera en el nacimiento de la franquicia para recordarle no solo al país, sino a la NBA, que Capitanes tiene un compromiso con la comunidad local y latinoamericana. Ahora, con el salto internacional a la G-League, la organización tiene una nueva misión: competir en uno de los espacios más exigentes del baloncesto a nivel institucional y deportivo.
En Capitanes de la Ciudad de México se habla español. Así fue como Patricio Garza repitió lo que alguna vez se dijera en el nacimiento de la franquicia para recordarle no solo al país, sino a la NBA, que Capitanes tiene un compromiso con la comunidad local y latinoamericana. Ahora, con el salto internacional a la G-League, la organización tiene una nueva misión: competir en uno de los espacios más exigentes del baloncesto a nivel institucional y deportivo.
Capitanes, como franquicia, buscará mantener un equipo dentro de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, pero este no ocupará el mismo nombre de los últimos integrantes para el 20º aniversario de la competición de desarrollo de la Asociación. Garza y la directiva lo tenían claro desde el principio, por lo que ahora toca pensar y establecer dos nuevos proyectos para la temporada 2020-2021.

“Haber recibido la invitación para formar parte de esta competición en los Estados Unidos es un privilegio y Capitanes va a pasar a cumplir con la invitación. Es muy importante desarrollar un equipo competitivo y que esté a la altura. No venimos de invitados para solo llenar un lugar”, comentó Patricio Garza en exclusiva para Cancha Latina. “Se va a trabajar con la LNBP y su presidencia para seguir desarrollando la franquicia en la Ciudad de México, buscando el recinto adecuado y desarrollar el producto que nos permita crear esto. Las pláticas van a ser largas, pero la idea es traer cada vez más basquetbol”.
La búsqueda de un nuevo templo no refiere a una conquista de otro territorio para los próximos Captains, ya que el equipo No. 29 de la G-League jugará bajó las luces y la historia del Gimnasio Olímpico Juan de la Barrera. Después de ser utilizado en 1968 para los torneos de voleibol y basquetbol dentro de la Olimpiadas, Moisés Cosío, junto a Garza y el resto de propietarios, decidió revivir de los escombros a este inmueble que rogaba por ser salvado.
El día de presentación de la primera plantilla, junto a su directiva, se dio bajo pasillos oscuros y una luz amarilla que hacia ver distintos a los colores reales del lugar. Sin embargo, las sonrisas de cada uno de estos personajes decían algo totalmente contrario, en ellas se veía la esperanza y la ansiedad por ver volar como un cohete a este conjunto. La misión se lograría posteriormente al salir disparados a la gran final de la LNBP, pero esto no fue solo por esfuerzo, sino por una labor establecida y bien planeada.

“La autoridad, desde que empezamos, volteó a ver el Juan de la Barrera cuando se encontraba en una situación bastante difícil a nuestra llegada. Se hizo una gran inversión en infraestructura con más de 100 millones de pesos y eso es gracias a las autoridades que se sumaron al proyecto. Desde luego, los estándares que requiere la G-League para desarrollar sus juegos son mayores y vamos a buscar recursos de todos los lados posibles para que esto desemboque en beneficio del patrimonio de México. Siempre será un honor para nosotros jugar en ese lugar”, relató el socio capitán.
La reciente historia del basquetbol mexicano se ha visto inmiscuida en problemáticas colaborativas con los distintos gobiernos de ciudades y estados en la República Mexicana. Los casos principales han sido las apariciones de franquicias de manera abrupta y que simplemente llegan a desaparecer por dejar de tener activos administrados por el gobierno.
En el caso de Capitanes, que a su vez no se preocupan por los colores, la inversión es privada y con la idea de que sea el producto idóneo para la afición mexicana: “Cualquier persona que entra, el ambiente te absorbe y comprendes que este es un tema que cualquier autoridad simpatiza fácilmente. Hemos conquistado los corazones de quienes han escuchado este proyecto. Una de las cosas que más le ha interesado a la NBA era lo histórico del recinto y la experiencia que sintieron el Comisionado y Mark Tatum cuando entraron, algo espectacular. Están convencidos de que es difícil encontrar un lugar que reciba mejor a la G-League”.
Siempre se habla del pasado para que se piense en los años de gloria del Palacio de los Deportes y otras ocasiones del presente que ha vivido la misma NBA en la Arena Ciudad de México. Muchos quisieran que este nuevo equipo pasará los minutos en alguna de estas dos duelas, pero la realidad es que el Juan de la Barrera cuenta con distintos adeptos similares y controlables para una franquicia que también subirá su nómina con la nueva plantilla latina que tienen proyectada.

Nombres como Rigoberto Mendoza, Orlando Méndez y ‘Emmy’ Andujar pasan por las mentes de la directiva y aficionados para quedarse en este nuevo roster, pero, al mismo tiempo, ya se tiene pensado contemplar basquetbolistas como el seleccionado nacional Juan Toscano, quien se encuentra cursando su segundo año con los Santa Cruz Warriors.
“Quizás la palabra que refleje lo que tengo en la mente y en el corazón para Capitanes en G-League y creo que refleja con muchas actitudes, es que Capitanes va a ser un trampolín de México y Latinoamérica hacia la NBA. Para los jugadores, esto va a representar (…) de por sí, nosotros consideramos que ya era un orgullo para ellos pertenecer a Capitanes. Para México va a ser la representación finalmente del país. Para cualquier jugador mexicano debe ser un escaparate muy importante, incluso para Latinoamérica”, añadió Garza durante los momentos finales de la entrevista.
“Orlando (Méndez), Héctor (Hernández), ‘Pery’ (Meza) son baluartes y miembros de los 12 Guerreros, pero vienen muchas generaciones mucho mejores y más importantes atrás y que creemos que van a hacer historia”, continuó el directivo sobre el armado de su próxima quinteta. “Queremos ser la ventana para muchos otros Juanes Toscano. Los números no mienten. Hasta hace dos años, el 38% de los jugadores que juegan en NBA jugaron en algún momento en la G-League, por lo que estamos hablando de más de una tercera parte y eso nos refleja la importancia del semillero que es”.
El grupo de Capitanes ha dejado en claro que esta noticia no los distrae del objetivo actual que es conseguir los títulos de la Zona Oeste y la LNBP. El festejo ha sido mayor; la alegría ha sido única; el trabajo de todos los días ha traído un resultado maravilloso para la institución y el baloncesto mexicano, pero, ahora, las mentes no pueden perder de vista el segundo semestre del 2020 que será el punto de quiebre para el basquetbol azteca.